Parecía ser un día como cualquier otro en el bello reino de Chocolina, con un enorme sol resplandeciente y un cielo celeste, sin nubes; pero la realidad mostraba otra cosa.
Los chococitos eran un pueblo alegre y feliz que siempre estaban cantando y bailando en cada una de las 108 fiestas nacionales que tenían a lo largo del año. Pero hoy, la excepción a esta importante costumbre los afligía y azotaba con fuerza.
Un extraño, oscuro y tenebroso portal desconocido, había aparecido en la cercanía de la ciudad de Chocolín, capital del reino, interrumpiendo completamente en este festivo y tradicional día que era tan importante para sus ciudadanos.
Después de tantas décadas sin inconvenientes, finalmente, los festejos por el día nacional al huevo redondo habían sido suspendidos en todo el reino a raíz de esta emergencia.
"¡Esto es demencial y temerario! ¿Cómo se atreven a suspender el día al huevo redondo por tan solo una pequeñez como esta?" soltó, indignado, un sujeto sumamente gordo que vestía con una capa verde, una kipá negra sobre su cabeza y tenía orejas puntiagudas; mientras balanceaba de lado a lado con su mano a una pata de pollo que sostenía, con total naturalidad, en el medio del salón principal del castillo real. Su cabello rubio se movía ligeramente, mientras masticaba vorazmente la carne.
"Entiendo lo que dices, archimago Igor. Pero debes calmar tu enojo y pensar en este extraño portal que ha aparecido. El asunto podría ser algo serio para la seguridad de nuestro querido reino." explicó una figura humanoide, con largas orejas de conejo, que vestía con un traje negro, galera y un moño rojo. Su estúpido rostro de conejo sonriente lucía estático y algo perturbador a la vista.
"Paka, como el nuevo chambelán del reino, deberías entender mejor las prioridades del mismo. ¿Qué podría ser más importante para nuestros ciudadanos que saborear los perfectamente redondeados huevos de chocolate durante nuestra centenaria y popular fiesta nacional del huevo redondo?" poniéndose rojo como si fuera un tomate, replicó el mago gordo con total indignación. Y luego, mirando al conejo de forma desdeñosa, agregó:
"Además, ya te he dicho que no omitas el nombre de mi prestigiosa familia de sangre mágica cuando me hables."
El conejo lo miró durante un momento con su rostro endurecido, simplemente no parecía ser capaz de gesticularlo en lo más mínimo, y respondió:
"Lo entiendo, archimago Igor Dito. Y recuerda que, a pesar de ser un hombre-bestia, ahora pertenezco a la mesa chica de Chocolina, al igual que tú. Así que debes llamarme respetuosamente por mi nombre completo también."
"Como prefieras, chambelán Paka Garte. Pero lo único que realmente me importa es comenzar con esta reunión de una vez. ¿Dónde están los demás?" preguntó el archimago elfo, Igor Dito, mientras tragaba un pedazo de pollo que sostenía con sus grasosas y gruesas manos.
El conejo humanoide asintió con la cabeza, contento con el hecho de que el nombre del clan Garte sea recordado por este arrogante y obeso archimago elfo.
"¡Lamento la tardanza!" se disculpó una pequeña figura voladora, que entró al salón con gran velocidad.
"Lola Mento ¡Llegas tarde!" recriminó Igor Dito, limpiándose su sucia boca con su manga.
"¡Lo lamento mucho! Tuvimos una reunión con todas las hadas principales del clan Mento y se me hizo muy tarde... ¡De verdad lo lamento!" se excusó el hada con torpeza.
Lola Mento medía unos 40 centímetros, tenía el pelo de color blanco, alas de color celeste y vestía con un tutu de bailarina. Pero lo más destacable era su extraña mirada, con ojos pequeños, que lucía desenfocada y algo tonta.
"No es para tanto, después de todo, las dos figuras principales no han llegado todavía." indicó Paka Garte, mientras se acomodaba su galera negra de forma que quedara en el medio de sus dos gigantes orejas de conejo. Su cabeza era desproporcionalmente grande con respecto a su cuerpo y la galera le quedaba excesivamente chica. Pero el conejo no estaba preocupado y parecía disfrutar de este extraño look que portaba. O, al menos, esto es lo que todos pensaban.
Igor Dito estaba a punto de querer indicar algo, cuando una figura abrió la puerta suavemente y entró agitando sus tacos en el salón. Para la mayoría de los Chococitos, esta era la imagen de una leyenda viviente.
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La Sociedad Loca ✔️ Cuento corto (comedia) ✔️ Completa
Historia CortaUn elfo gordo con aires de grandeza, un hada con retraso mental y que siempre se lamenta por todo, un conejo estafador que sufre de parálisis facial severa, un rey enano que solo sabe chillar en exceso y un poderoso héroe legendario que disfruta de...