Capítulo 2 "misión imposible"

82 7 20
                                    

Al mirar mis manos me sentí mal de haberme lastimado, solo quería escapar de todo.

Me fui a lavar las manos, y me metí a bañar; y de nuevo...pensé en todo lo que había pasado, intenté no hacerles mucho caso a mis voces interiores, así que me vestí y fui camino a la escuela. No tenía muchos amigos, pero igual estaba en busca de ese chico con el que siempre soñaba, lo extrañaba; extrañaba su aroma, su peculiar mirada y sus hermosos ojos, era algo inexplicable. No era la primera vez que soñaba con este chico, cada que lo veía me sentía segura, con él podía ser yo misma, él me hacía sentir en casa.  

Entre a la primera clase, me tocaba matemáticas, una clase que para mí no era tan importante, me aburría bastante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Entre a la primera clase, me tocaba matemáticas, una clase que para mí no era tan importante, me aburría bastante. Al entrar al salón visualice a todos los chicos e intente recordar la cara de ese chico con el que soñé, ni siquiera sabía su nombre, debí preguntárselo, espero la próxima que lo vea pueda hacerlo. Me senté en la parte de atrás, como solía hacerlo, estaba tan concentrada en mi chico que ni siquiera preste atención a la clase, sonó el timbre, salí muy deprisa al baño, tenía ganas de llorar, creo que era uno de mis muchos ataques, me sentía frustrada, quería que llegara ya la noche para volverlo a encontrar, para volverlo a sentir y olvidarme de todo.

Terminando todas mis clases llegué a casa lo más rápido que pude. Subí a mi cuarto, cerré la puerta, puse música y empecé a intentar huir de nuevo, quería huir con él...Una y otra vez lo intentaba y no lo lograba, tal vez debía esperar a que fuera de noche y así lo volvería a ver. Deje de intentarlo.

Termine mis tareas, salí a caminar un rato y regresando me puse la piyama, cene y me acosté para dormir, tenía la ilusión de verlo, pero esta vez no paso, no soñé con él. Solía hacerlo una o dos veces por semana, pero no era algo que yo pudiera controlar, simplemente pasaba, estaba buscando la forma de hacer que pasara por mi cuenta, pero no lo lograba, dure intentándolo por una semana entera y aun no lo lograba, así que me canse y me di por vencida.

2 días después, justo llegando de clases, me acosté en mi cama a descansar un rato y por fin logre verlo, fui corriendo hacia él y lo abrace.

—Hey, ¿por qué te fuiste tanto tiempo? Te necesitaba, te estuve buscando por días, no me vuelvas a dejar ¿sí?

—No me fui, siempre estuve ahí, solo que esta vez no me pudiste sentir. Observo cada paso que das, cada palabra que dices. Prometo no irme nunca; por cierto, me llamo Lucas Wilson, dijiste que me preguntarías cual es mi nombre, ¿cierto?, esa es una prueba más para demostrarte que no me fui, siempre estoy ahí, me llamo Lucas y soy tu chico, —respondió con una sonrisa coqueta.

Me quedé pasmada sin poder decir ni una sola palabra, y es que ¿cómo él estaba ahí sin que yo lo notara?, no se suponía que todo era parte de mi imaginación. Abrí mis ojos y pensé que todo lo estaba soñando y es que desde un principio era así, realmente ya no entendía lo que sucedía, era algo extraño.

Respire, intente calmarme y volví a cerrar los ojos; él seguía ahí esperándome...

—¡Daniela! ¿Por qué te vas? No abras tus ojos, me es más difícil el poder verte, ciérralos y permanece tranquila, no tengas miedo, esto es difícil de creer, pero hay algo que tengo que decirte

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Daniela! ¿Por qué te vas? No abras tus ojos, me es más difícil el poder verte, ciérralos y permanece tranquila, no tengas miedo, esto es difícil de creer, pero hay algo que tengo que decirte.

—¿Sí? Dime, no entiendo cómo es que sabes que abrí los ojos, no entiendo como sabes lo que pienso, digo y hago, ¿qué es lo que quieres decirme?

—Bien, ¡cálmate si! —dijo con una voz firme—, yo soy "real", pareciera como si estuvieras soñando, pero no es así, yo soy igual que tú, estamos conectados y es por eso que puedo sentir y saber todo lo que dices o piensas. Somos uno mismo o eso es lo que quiere el destino, sinceramente no lo sé, pero tienes una misión por cumplir, tú misión es encontrarme, yo te conozco ti, y tú a mí, te he visto bastantes veces en la escuela, eso quiere decir que estudiamos en la misma preparatoria. La cosa esta así, tienes una semana para encontrarme, si lo logras, yo te estaré esperando el viernes por la noche, en el parque con una rosa blanca, si no logras encontrarme, tu misión acaba, y entonces ya no podrás verme, ni siquiera al dormir. Ahora, ¿entendiste lo que debes hacer?

—Pero, ¿cómo se supone que te encontrare?, ni siquiera sé cómo eres, ¿cómo lo hare habiendo más de 50 chicos en esta escuela?, es una misión absurda, no tiene sentido, ya dime quién eres, —respondí con una voz un tanto desesperada y caprichosa.

—Si realmente estas tan interesada en mi como dices, entonces me encontraras, no sé cómo, pero sabrás cuando lo hayas hecho, lo sentirás, me mirarás a los ojos y sabrás que soy yo, ahora ve y piensa que tienes una gran misión por cumplir. Te estaré esperando, Daniela...

Se fue y no dijo más; abrí mis ojos y me tiré a llorar, tenía una gran misión por cumplir, pero no sabía cómo hacerlo y eso me aterraba.

Pensar en lo que significaría si no lo encuentro, ya nunca podría verlo, él es mi lugar seguro, si lo pierdo ya no tendré a donde huir, ya no lo podría sentir, él ya se volvió todo para mí, quizá siempre lo fue, ¿y si lo pierdo? ¿Y si no lo logro? —me dije a mi misma mientras me miraba al espejo.

Me limpie las lágrimas, me acosté en mi cama y me quede dormida.

***

Al día siguiente me fui muy temprano a la escuela, pues estaba ansiosa por encontrar a mi chico, quiero decir a Lucas.

Iba por todos los pasillos prestando atención a cada chico que pasaba junto a mí, estaba desesperada.

Entre a mi primera clase de la mañana, esta vez me tocaba química, una materia que realmente no me gustaba.

Mientras estaba en el salón me le quedaba viendo fijamente a todos los chicos, miraba su ropa, su forma de hablar, su forma de caminar; prestaba atención en todo, especialmente en sus ojos, pero ninguno me resultaba familiar, ninguno me hacía sentir como Lucas, entonces pensé que quizá no estaba en el mismo salón.

Termino la clase y seguí buscando por cada pasillo, seguía sin encontrarlo, me estaba estresando, quería que llegara ya ese día donde nos encontráramos cara a cara y pudiera abrazarlo.

Llego la hora de salida, regresé a casa una vez más, muy triste, pues no lo había logrado y ya quedaban 6 días para cumplir mi misión. Tenía miedo de no lograrlo y perderlo, de no poder escapar con él como lo solía hacer cuando sentía que ya no podía más.

Decidí escribir un rato para distraerme un poco, y mientras lo hacía me recosté en mi cama y me quedé dormida.

—Hola Dani, no te rindas, tienes que encontrarme, —me dijo Lucas al oído.

—No lo hare, pero ¿cuándo te veré?

—Pronto; ya verás, solo sigue buscando y me encontraras. Sigue durmiendo, descansa, nena...

Me quedé dormida y no le respondí más.

Me quedé dormida y no le respondí más

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Al día siguiente.... 

NOTA DE LA AUTORA: Si llegaste hasta esta parte te agradezco, espero estés disfrutando, espera... aún no te vayas, esta historia continuara... estoy en proceso del capítulo 3 y 4. Gracias por su apoyo, espero les esté gustando la historia.

Mi objetivo es hacer que se sientan seguros y en paz al leer mis historias, esto es nuevo para mí, escribo desde hace mucho tiempo, pero nunca había publicado ninguna historia, supongo que este es el comienzo de algo grande...

Les quiere Nat <3

Lucas y DanielaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora