Y entonces...Me di cuenta que tenía que despertar; que pensar en algo que ya fue solo me lastimaría más. Y aun así, sin importar que, Lucas Wilson siempre sería mi chico...
Mateo llego detrás mío junto con sus amigos, no paraban de reír, no se si era de mi o de algún chiste que habían contado.
—Hola juguete, ¿por qué tan sola? —dijo uno de los amigos de Mateo.
—¿Qué quieres Jacob?, ya deja de molestarme.
—Pobrecita, la chica juguete se enojó, por favor Daniela, todos aquí sabemos que fuiste solo el reto de Mateo, ¿en verdad creíste que podían ser algo? —Mateo bajo la mirada, y no dijo nada.
—ya cállate Jacob, a nadie le importa lo que tengas por decir —tense mi mandíbula para evitar que unas lagrimas salieran por mis ojos.
Justo en ese momento Lucas apareció, me salvo de ese momento tan incomodo, estaba por tener un ataque y él llego en el momento perfecto, siempre está ahí.
—¿molestando a mi chica? Aléjate si no quieres terminar igual que Mateo —hizo una mirada intimidante.
—yo solo pasaba por aquí, relájate Lucas, no eres el centro del universo, yo me largo par de tarados —le dio un leve golpe en el hombro a Lucas y se fue.
Lucas ignoro eso, simplemente me abrazo, me hizo saber que el estaba ahí, que cuando el estaba cerca de mi nada malo podría pasarme, y como he dicho siempre, a veces me aterra que Lucas sea tan agresivo, pero me cuida y eso es lo importante.
Después de esa pequeña e incomoda platica con Jacob decidí ir a caminar un poco, ya que las clases ya habían terminado.
Llegue al parque, me senté en una de las bardas del parque, me puse mis audífonos, saque mi libro y simplemente disfrute de mi soledad, amo cuando estoy yo y solo yo, me da paz.
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Estaba tan enfocada en el libro que no me percate de la hora, estaba por irme cuando a lo lejos escuche gritos de ayuda, y no eran gritos de cualquiera, eran de Lucas....
Cerré el libro y me dirigí a un bosque de donde provenían los gritos.
—¡Ayuda! ¿Daniela estás ahí? ¡sálvame, te necesito!
Cerré los ojos y entre en pánico, apreté mis puños con fuerza dejando leves marcas en mis manos, cálmate Daniela —pensé—. Él está bien.
Cuando pensé que ya nada podría estar peor, escuche gritos más fuertes, al acercarme a ese lugar vi una roca con sangre, me asuste tanto que salí corriendo sin destino alguno, simplemente escapaba, estaba aterrada, al salir de ese bosque caí en un rio y toda mi vista se nublo.
Unos minutos después de estar en "coma" desperté en mi cama, no había pasado nada de esto, no entiendo, solo fue una pesadilla....
Me levante muy agitada y fui a buscar a papá, no le dije nada y solo lo abrace mientras caían algunas lágrimas.
—Mi pequeña, papá está aquí, ¿Qué pasa?
—Tuve una pesadilla horrible, de nuevo con Lucas, siento que ya no puedo más, siempre esta en mi mente, una y otra vez sueño con el y cuando lo siento tan real, abro mis ojos y me doy cuenta que no es así, lo extraño tanto —rompí en llanto.
