Lucas y Daniela

Capítulo 18 "cita sorpresa"

Desperté, y vi a Dante a mi lado, ya se estaba volviendo costumbre verlo a un lado mío mientras dormía.

Estiré mis manos hacia mi tocador para tomar mi teléfono, me puse a checar los mensajes que tenía, cuando llego un mensaje de un número desconocido.

—Hola linda, ¿estás?

—¿Hola?

—Perdón, creí que me tendrías agregado. Soy Dylan, el chico de anoche

Me salí de su chat, y dejé el teléfono a un lado de mi cama, no quise contestar, me ganaron los nervios, así que mientras esperaba a que pasaran unos minutos para responder, me fui a lavar la cara.

Regresé a mi cama, y volví a tomar el teléfono.

—Ah, sí, claro, Dylan, ¿cómo estás?

—Muy bien, ¿y tú?

—Acabo de despertar hace unos minutos, así que supongo que bien.

—Bueno, quería invitarte a desayunar, ¿puedes?

—¿Dónde?

—Es una sorpresa, solo dime si puedes, y paso por ti a las 11:00 a.m.

—Me asustan las sorpresas, pero si, si puedo, nos vemos a las 11:00a.m.

—Perfecto, paso por ti a esa hora, hasta entonces, Daniela.

Eran las 9:00 de la mañana, así que tenia 2 horas para estar lista. Desperté a Dante para que pudiera arreglarme. Dante soltó una queja, pero finalmente se levantó de la cama, antes de que se fuera me despedí de él con un gran abrazo.

Una vez que ya se había ido Dante, aproveche para meterme a bañar, lavarme los dientes, y cepillarme el cabello.

Después de varios minutos buscando que ponerme, decidí ponerme una falda de cuadros azul con amarillo, una sudadera holgada de color lila, y unos tenis blancos de plataforma.

Luego de vestirme, me arregle el cabello, me maquille lo mas sencillo posible, y me puse mis accesorios.

Tome mi teléfono para tomarme algunas fotos, ya que me sentía muy linda. Ya eran las 10:40, así que solo me quedaba esperar a que Dylan llegara.

Dieron las 10:50, y Dylan ya estaba en mi puerta, esperándome. Salí de casa con bastantes nervios.

—Hola, te ves hermosa —dijo mientras bajaba de su carro.

—Hola, gracias, tú también te ves muy bien.

Dio la vuelta hasta la puerta de mi lado para abrirme.

—Creí que algunos detalles como estos ya se habían perdido.

—Conmigo no, adelante, —extendió su mano para dejarme pasar.

Subí al carro, y él cerro la puerta una vez que ya estaba adentro. Unos segundos después Dylan también subió al carro.

—¿Lista?

—No hasta que me digas a donde vamos.

—Ya te dije, es una sorpresa.

—Y yo te dije que me dan miedo las sorpresas, así que dime

—No, ya lo verás cuando lleguemos, te gustara.

Hice un puchero mostrándole que estaba "molesta", y él muy grosero se empezó a reír de mí.

—Oye, ¿por qué te burlas de mí?

—No me estoy burlando, te ves tierna cuando haces eso.

—No soy tierna.