Sarawat y mi novio #SarawatTine /BrightWin

Tercer encuentro: el departamento de Tine

Desde esa extraña llamada, Sarawat no volvió a ponerse en contacto conmigo. No me extrañó al principio, no era la primera vez que se quedaba varios días sin comunicarse, pero si era raro que se ausentara tantos días del mundo público. No actualizaba su Instagram y lo fans ya empezaban a preocuparse, al igual que yo. Las veces que se le había visto en la calle, llevaba lentes oscuros y evitaba ir por lugares muy públicos, nadie sabía que le estaba pasando.

Pensaba en eso cuando timbró mi celular, apurada tomé mi teléfono pensando por un segundo que quizás era Sarawat pero no, no era él. Era Tine.

— Amor dime —respondí.

— ¿Quieres ver una película? ¿Estas libre hoy?

— Sabes que sí

— ¿Puedes venir entonces?

— ¿Quieres que la veamos en tu departamento? —respondí sorprendida, no era que no quisiera ir a su departamento, era Tine el que casi siempre evitaba que fuera al suyo a pasar tiempo a solas. Las pocas veces que fui lo hice por mi propia cuenta y solo porque íbamos a salir a otra parte. Así que sí, estaba muy sorprendida, mucho en realidad.

— Sí, ¿no quieres venir?

— ¡Claro! ¡Claro que quiero ir! —dije fuertemente y se escuchó una risa al otro lado del teléfono—. Malo, no te burles.

— No lo hago. Te espero entonces, a las siete ¿está bien?

— A las 7 estaré. Prepara algo.

— Listo, nos vemos

— Hasta más tarde amor —me despedí. Tine cortó la llamada, no solía ser muy cariñoso a veces. Pero estaba segura que me quería mucho, igual que yo a él.

Tine siempre había sido reservado en cuanto a algunos aspectos de su vida, incluido su departamento. Era más bien yo la que siempre sugería hacer cosas ahí, pero Tine siempre se negaba poniendo una excusa u otra. Al principio me molestaba, pero luego entendí que quizás no estaba listo para una relación así y decidí darle tiempo.

Pero esta vez me sorprendió, ¿significa que quiere avanzar en su relación conmigo? No es necesario decir que me vestí lo mejor posible. Hacía poco me había comprado un vestido para una ocasión especial y definitivamente era esta. Al fin Tine estaba confiando totalmente en mí y al parecer deseaba avanzar un poco más en nuestra relación así que estaba más que feliz.

Con la emoción que llevaba se me hizo tarde, como siempre, así que subí al taxi prácticamente corriendo y apuré al taxista hasta que me empezó a mirar feo. Cuando llegamos al condominio bajé como pude y corrí a tomar el ascensor, que por cierto demoró una eternidad en bajar. Su piso era el sexto y el departamento era el número 614. 

Sonó la campanilla del sexto piso y bajé mirando a todos lados porque aunque había ido algunas veces siempre me confundía un poco al momento de tomar una dirección, más de una vez me fui al lado equivocado.  

Iba avanzando algo dubitativa por uno de los pasillos cuando escuché unas voces a lo lejos, las que a cada paso que daba se iban aclarando más. Después de unos segundos pude reconocer una de las voces, era Tine. La otra era de un joven igual que el y aunque no pude reconocerla en un principio, no tardé mucho en saber a quién le pertenecía ya que pude ver su perfil inconfundible, al menos para mí. Ninguno me vio, no era de extrañar pues estaban en una discusión algo acalorada. No tenía la intención de escuchar a hurtadillas, pero no lo pude evitar. Así que apreté mi bolso contra mi cuerpo y me oculté lo mejor que pude detrás de una gran maceta que adornaba el lugar.