Cuarto encuentro: hospital

1.2K 138 39
                                    


Después de ese día no pasó uno solo en el que no pensara en Sarawat y mi novio. En lo que pudo haber pasado entre ellos y en lo que podría pasar a partir de ese día. Habían pasado cuatro días desde que los vi discutir, cuatro días desde que me enteré que algo había pasado entre ellos, y cuatro días en lo que no recibí ninguna comunicación de Sarawat, ni volví a ver el rostro de Tine.

Me escribió, me llamó, pero evadía verme. Y yo fingía que no me daba cuenta. Fingía que sus mensajes y sus llamadas no ocultaban un Tine pensativo, distraído y confundido. Y fingía que todas sus razones para no verme eran válidas y no excusas para evitarme porque no era capaz de verme a los ojos.

Empecé a vivir en un debate interno, porque por un lado me sentía extremadamente preocupada, pero por otro lado me sentía ridícula. Es cierto que pudo haber pasado algo entre ellos, pero, ¿qué edad habrían tenido? ¿trece años? Sí, trece ¡Trece! ¿Qué podría haber pasado entre niños de esa edad? Era ridículo preocuparme. A esa edad no hay amor de verdad. Yo ni siquiera recordaba bien al chico que me gustaba en ese entonces, ¿por qué tendría que cambiar algo ahora? Sarawat tenía una vida complemente diferente a la de Tine y Tine había tenido varias novias antes que a mí. En todo caso debería preocuparme por ellas y no por un enamoramiento juvenil a los trece años. Un amor que ni si quiera podía saber si había sido recíproco porque Tine jamás me había comentado que también le gustaran los chicos. Quizás Tine había sido una ilusión de Sarawat y no había pasado nada más allá de eso.

Sin embargo, por más que le diera mil vueltas una y otra vez, eso no evitaba que me sintiera extremadamente preocupada. Porque por más que no supiera que había sucedido, lo cierto era que conocía los ojos de Tine; su voz, sus gestos y sabía que desde ese día él no era el mismo, no era mi Tine de siempre y eso me estaba volviendo loca.

Y no podía soportarlo más, tenía que hacer algo, tenía que saber que había pasado entre ellos y tenía que saberlo ya mismo. Valiente y segura, me puse lo primero que encontré, alisté mi bolso y salí directo para el departamento de Tine. No iba a avisarle porque si lo hacía me iba a evadir y no quería iniciar una pelea por teléfono, así que iba a esperarlo en el departamento así tuviera que hacerlo por mil horas.

Cuando bajé del taxi estaba lloviendo mucho así que corrí hacia el edificio tan rápido como pude y alcancé subirme al ascensor que, debido a esas horas de la tarde, estaba vacío. Llegué a la puerta de su departamento y respirando profundo y acomodando mis ropas, toqué el intercomunicador. Una, dos, tres veces, nada. Al parecer no había nadie. Miré mi celular para ver si no me había llamado o escrito y tampoco, nada. Así que me di la vuelta y apoyé mi espalda contra la pared, esperaría, así me tomara mil horas, esperaría ahí.

Una hora y catorce minutos después aun no llegaba. Ni sombra de Tine. Pensé en timbrarle, en enviarle un mensaje, pero tenía miedo de ponerlo sobre aviso y que no viniera. Necesitaba verlo y enfrentarlo y tenía que ser hoy.

Tenía los ojos cerrados y apoyaba la espalda contra la pared cuando escuché que alguien se acercaba. Arreglé de inmediato mi cabello y mi ropa, por más tonto que sonara, incluso en estas circunstancias, quería verme bien para Tine. Cuando por fin ese alguien se acercó mi corazón se detuvo al notar quien era, y con ello una ira que antes no tenía empezó a crecer en mí. De la admiración completa a la ira. ¿Quién lo diría?

— ¿Qué haces aquí?

— Nin

— ¿Qué haces aquí Sarawat?

— Yo...

— Sarawat, entiendes que él es mi novio, ¿verdad?

— Lo sé.

Sarawat y mi novio #SarawatTine /BrightWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora