Sarawat y mi novio #SarawatTine /BrightWin

Quinto encuentro: hospital II

Sabía que lo que estaba por escuchar quizás no me iba a gustar, pero necesitaba saberlo, no podía esperar más y en silencio escuche a Tine.

— Hace años, cuando apenas yo tenía doce, papá llegó un día emocionado a la casa diciendo que una de sus sobrinas, que radicaba en Estados Unidos, se iba a casar de manera repentina con un tipo con dinero. Y que, por ese motivo, todos habíamos sido invitados a la boda y a pasar una temporada en Wisconsin. Mamá no lo creyó, pero días después llegaron los boletos de avión y semanas después enrumbamos todos a Estados Unidos. Fue mi primer viaje al extranjero y apenas si sabía inglés, pero la verdad era que estaba muy emocionado.

— ¿Doce años? ¿A esa edad conociste a Sarawat? — Tine apenas si levantó su mirada, pero su silencio me dijo que la respuesta era que sí. A esa edad lo había conocido. ¡A los doce años! ¿De qué me preocupaba tanto? Me sentía ridícula, pero lo dejé continuar.

— Días después de la boda y tras habernos acostumbrado un poco al frío, que era terrible, papá decidió llevarnos al Sunburst Winter Sports Park. Yo no deseaba ir porque no sabía nada de deportes en la nieve, pero mi hermano estaba tan emocionado que fuimos.

Cuando llegamos Type estaba tan emocionado que corrió hacía el área de instrucciones porque desesperadamente quería practicar todas las actividades posibles ese día. Papá fue detrás también y yo traté de seguirles el paso, pero cuando llegué al área de instrucciones ellos no estaban y de tanto buscar terminé perdiéndome. Mamá siempre era muy cuidadosa así que había metido un teléfono celular en mi abrigo, pero por alguna razón este se había apagado. Me asusté un poco así que decidí buscar a alguien del lugar para avisarle a mi papá que me encontraba ahí. Tras pasar de un miembro a otro del personal que fruto de mis insistencias decidió ayudarme, terminé en una pequeña oficina del lugar. Al parecer niños de mi edad ya no se consideraban perdidos, puesto que iban de un lugar a otro sin supervisión, pero yo no hablaba el idioma, realmente temía no encontrar a mi papá. Me indicaron que iban a llamar a mi papá por altavoz y que yo debía esperar. Y lo hicieron varias veces, pero papá no venía.

Seguí esperando, no me quedaba otra opción, y yo prefería estar ahí que afuera, perdido. Esperé y esperé solo con la señorita en esa oficina que de rato en rato me daba algo para entretenerme. Un par de horas después llegó otro miembro del personal con un niño que parecía tener mi edad. No quería quedarse en la oficina, estaba un poco de mal humor y le reclamaba al joven que no lo dejara ahí. Pero al final, el joven que parecía un conocido de él, lo dejó ahí, diciéndole que debía esperar un poco, que pronto regresaría por él. Y yo estaba feliz porque, para mi sorpresa, todo se lo había dicho en tailandés.

Luego la señorita salió y terminamos ambos solos en esa oficina. Él no hablaba, apenas si levantaba su mirada, tenía en su cara una expresión de mal humor, pero yo estaba tan aburrido y al mismo tiempo tan feliz de que alguien más en ese lugar hablara el mismo idioma que yo, que no me importó intentar hablarle. Recuerdo que al principio solo me daba respuestas cortas, pero luego de un rato empezamos a hablar más, era mayor que yo. Él tenía trece, y estaba de viaje ahí, igual que yo.

— ¿Era Sarawat?

— No, no era Sarawat, o al menos no me dijo eso, me dijo que se llamaba Bright.

— ¿Bright?

— Sí — me respondió con amargura. Pero no dije nada. —Nin, él me mintió desde la primera vez que nos vimos —añadió y aunque trató de disimular su enojo, lo noté.

— ¿Qué pasó después?

— Ese mismo día nos hicimos amigos. Su familiar, que era miembro del personal del lugar no regresó y papá, no contestó al llamado sino hasta dos horas después, prácticamente estuve todo el día ahí. Type se había accidentado y papá pasó todo el día en emergencias con él, intentaron llamarme, pero el teléfono no sonaba.