Capítulo 33

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Al día siguiente ambos siguen enfadados y ni siquiera han vuelto a hablar desde lo que pasó ayer. Pablo continúa sin entender la actitud que su novia tuvo y mucho menos comprende que ella le pidiese que cambie su relación con Sofía sólo porque está celosa.

Más allá de que lo obligue a "controlar" su relación con su mejor amiga, lo que más le duele es lo decepcionado que está con ella. Así que, para tratar de evadirse un poco de esta situación, ha decidido quedar con Lucas para jugar al baloncesto en un parque cercano.

El baloncesto es otra de sus pasiones, la cual comparte con su amigo y siempre le ha ayudado a relajarse en los peores momentos de su vida.

Los dos chicos se encuentran completamente solos en la cancha de baloncesto. Al principio juegan con la finalidad de divertirse, pero poco a poco la rivalidad entre ambos va en aumento.

Una rivalidad agresiva y excesiva por parte del más mayor de los jóvenes, que hace percatarse a Lucas de que a su amigo le pasa algo. El otro chico trata de llevarle el ritmo, pero el cansancio ya está empezando a hacer mella en su cuerpo y decide pedirle que se tomen un descanso.

-L: ¿Podemos descansar un rato? No puedo más con mi cuerpo. (Dice mientras jadea intensamente apoyando sus manos sobre las rodillas)

-P: Que poco aguante tienes Lucas. Esperemos que Alexa no piense lo mismo... (Dice dirigiéndole una mirada traviesa a su amigo)

-L: No, si nosotros todavía no... (Habla en un hilo de voz, mientras mira al suelo avergonzado)

-P: Tranquilo, no tienes porque avergonzarte. Yo sigo sin entender la presión social que existe a nuestra edad por perder la virginidad, como si desde ese momento tu vida cambiara drásticamente. Y no es así, todo es igual. No debes hacerle caso a lo que los demás digan. Hazlo cuando tú quieras y realmente te apetezca no por lo que la gente pueda pensar.

Aunque la respuesta de su amigo haya hecho que se sienta mejor, ese tema lo incomoda bastante, así que Lucas trata de desviar el tema.

-L: ¿Y tú? ¿Qué tal con Ivy?

-P: Bien... (De repente la expresión de su rostro se vuelve mucho más seria)

-L: Por lo que veo no está tan bien como dices, ¿no?

-P: Estábamos bien hasta que me ha dicho que debo de alejarme de Sofía.

-L: ¿Ivy te ha dicho eso?

-P: Sí, al parecer está celosa de mi relación con ella. Tiene miedo de que yo piense que ella no es suficiente y me enamore de Sofía. Realmente eso es lo que más me duele, que no confíe en mí.

-L: Mira, yo se que no está bien que se meta en tu amistad con Sofía, pero yo he estado en esa situación. Sé lo que es sentirse
insuficiente para alguien a la que realmente quieres y tener miedo de que pueda llegar otro que le dé algo que yo no puedo. Y te lo repito, no creo que su actitud sea la más correcta, pero estoy completamente seguro de que ahora mismo lo está pasando mal y posiblemente haya cambiado su opinión acerca de ese tema. Si lo piensa dos veces se dará cuenta de que la base de una relación es la confianza y el respeto mutuo.

-P: ¡Qué bien hablas joder! Pero tienes toda la razón y espero que pronto se dé cuenta de eso.

-L: Me alegro de que te sientas mejor.

-P: Realmente se te da bastante bien esto de la psicología, Lucas. Llegarás a ser un buen psicólogo.

-L: Eso espero. Pero mientras tanto sabes que puedes desahogarte conmigo cuando quieras.

-P: Lo mismo te digo. (Dice mientras le pasa un brazo por detrás del cuello apoyándolo sobre su hombro)

-L: Bueno, ¿voy un momento al beber agua y volvemos a casa?

-P: Vale, pero que conste que yo iba ganando.

-L: Que sí pesado.

Lucas se levanta del banco donde ambos estaban sentados y se dirige una fuente cercana. Mientras tanto, Pablo contempla a un grupo de chicas, unos años más pequeñas que ellos, que cuchichean entre risas mientras los observan. Cuando el otro chico se aleja, las miradas de ellas se desvían siguiéndolo con la mirada.

Minutos más tarde Lucas regresa junto a su amigo y ambos emprenden el camino de vuelta a casa.

-P: Lucas creo que tienes admiradoras.

-L: Pero, ¿qué dices?

-P: Al principio creía que me miraban a mí, pero creo que tú eres el centro de todas sus miradas.

-L: Pablo, ¿por qué eres tan... Pablo?

-P: Simplemente digo lo que veo.

-L: Venga, si sólo son unas niñas.

-P: Pero no son las únicas a las que tienes enamoradas. Joder Lucas, tienes a todo el mundo detrás. A tú novia, a esas chicas, a Jorge,...

-L: ¿Cómo?

Lucas se para en seco al escuchar la respuesta de su amigo.

-P: Mierda...

-L: ¿Jorge te ha dicho que le gusto?

-P: A ver no fue exactamente así. Más bien yo se lo sonsaqué.

Lucas permanece en silencio, aunque en su rostro no se muestra ningún signo de sorpresa. Como si lo que acaba de oír ya lo supiese de antes. Esto hace que la sorpresa, esta vez, se instale en Pablo.

-P: ¿Tú lo sabías?

-L: Más o menos... ¿te acuerdas en tu fiesta de cumpleaños que estaba muy borracho y lo llevé a su casa?

El otro chico asiente con la cabeza en silencio a la pregunta de su amigo.

-L: Pues... cuando llegamos a su casa empezó a llorar pidiéndome que no lo dejase solo y entonces me lo dijo.

-P: Pero, ¿él recuerda algo?

-L: No, pero creo que algo sí que recuerda. Porque al día siguiente me preguntó que si me había dicho algo raro y yo le dije que no. Así que pensará que lo ha soñado. Yo prefiero que no sepa nada porque evito que se sienta incómodo.

-P: ¿Y tú? ¿Sientes algo?

Lucas mira extrañado a su amigo.

-L: Pablo tengo novia y la quiero muchísimo.

-P: Que quieras a una persona no significa que no te puedan gustar otras. Además no has respondido a mi pregunta, ¿te gusta o no?

-L: No, no me gusta. Sólo es mi amigo y punto. (Dice justo antes de reanudar su marcha)

Lucas jamás se había planteado la opción de sentirse atraído por un chico y ahora mismo, gracias a las palabras de Pablo, no tiene ni idea de lo que siente y quiere. Lo único que tiene claro es que quiere con locura a Alexa.

Mariposas Azules 🦋Donde viven las historias. Descúbrelo ahora