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Jinyoung había perdido la cuenta de las veces que fue tomado por un jaebeom que no lo escuchaba, solo gruñía palabras que no tenían ni un solo sentido. Largas sesiones de besos y mordiscos que solo eran separados por cortos periodos de sueño, jinyoung estaba a punto de volver a desmayarse mientras jaebeom arremetía en su interior, una y otra vez, con los dedos clavados en sus caderas, él estaba seguro que iba a dejar marcas en su piel que serían difíciles de quitar.

Por alguna razón, le gustaba tener esas marcas en su piel.

La cama crujía bajo de sus cuerpos y los dedos de jinyoung se aferraban a la cabecera de la cama, tratando de que su cabeza con chocara contra la pared y se hiciera daño, hundió su rostro entre las almohadas humedecidas que estaban humedecidas por diferentes líquidos.

El pesado cuerpo del hombre cayo sobre su espalda, la gentil boca de ese hombre comenzó a deslizarse por su espalda recorriendo un camino invisible que unía cada una de las marcas que estaban en su piel. El oxigeno se escapaba de los pulmones del chico entre jadeos y gemidos, jaebeom entrelazo los dedos con los de su amante.

Ambos no tardaron en llegar al orgasmo entre maldiciones. El cuerpo de jinyoung quedo inútil entre las sabanas, sus piernas estaban entumecidas y adoloridas, no era capaz de cambiar de posición sin ayuda de jaebeom, suspiro cuando se sintió vacío y un liquido espeso se deslizaba entre sus muslos.

Jaebeom abajo con adoración por su espalda, por debajo de sus caderas.

-Jinyoung- murmuro jaebeom, sus labios se presionaban en el interior de esos muslos magullados- jinyoung.

El chico grito al sentir, una vez más, esos dientes clavándose en la carne de su pierna derecha. El dolor comenzó apoderarse de su cuerpo que no paraba de temblar, jinyoung lleno sus pulmones de oxigeno y espero hasta que ese dolor se volviera en placer que lo hacia perder la razón.

Y ahí estaba, ese placer que no era capaz de darle nombre o describir, borraba cada uno de sus pensamientos y lo llevaba a ese lugar.

-Jaebeom- jinyoung no reconoció su propia voz, sonaba cansada y ronca- jaebeom.

Él hombre elevo su mirada y volvió a subir, deslizando las manos hasta su cintura y atrajo el cuerpo cansado hacia su pecho.

Ambos se sumergieron en un profundo sueño por el resto del día.

...

Jinyoung abrió los ojos y arrugo el rostro, el lugar apestaba como un basurero al final de un callejón. Intento moverse, pero se detuvo, su cuerpo no respondía a los mandatos de su cabeza, se negaba a moverse y provocarse dolor.

Un suave ronquido hizo que prestara atención al hombre que descansaba plácidamente con una sonrisa en el rostro, un hilo de baba se deslizaba por su barbilla hasta la funda de la almohada, había rejuvenecido y se veía fresco. Jinyoung deseaba darle otro golpe en el rostro.

Reunió toda su energía en sus brazos y rodo sobre su espalda al otro lado de la cama, el dolor se instalo en la parte baja de su cuerpo hasta el punto de que sus ojos se llenaran de lágrimas que se negó a derramar, jinyoung necesitaba volver a casa y meterse en un baño caliente, quizás, dormir por el resto de la semana.

Jinyoung observo horrorizado el desastre que había en el interior de sus muslos que estaban llenos por leves marcas rojizas que se encontraban a poca distancia y daban la impresión que había recibido varios golpes. Poco a poco, su cuerpo comenzó a tomar y fuerzas, con un gran esfuerzo salió de la cama.

Jinyoung se levanto sobre sus piernas y solo tuvo oportunidad de dar un par de pasos antes de caer sobre sus rodillas.

- ¿Qué paso? - hablo jaebeom, estaba sentado y en modo alerta pero sus ojos seguían firmemente cerrados.

Jinyoung deseaba golpearlo.

-Vuelve a dormir, jaebeom.

Él estuvo a punto de hacerlo, pero abrió los ojos y lo vio, jinyoung supuso que esa era la expresión que había tenido cuando se vio las piernas, pero había una pequeña diferencia, jaebeom podía verle el cuerpo completo. Jaebeom se levanto de la cama de un salto con una de las sabanas entre las manos antes de tomar el cuerpo de jinyoung y devolverlo a la cama.

-No quiero ser desagradable pero no quiero volver a dormir sobre fluido corporales.

-Pronto cambiare las sabanas- murmuro jaebeom, había pesar en sus ojos oscuros- dios, te hice mucho.

-No me lo digas, jaebeom. Todo mi cuerpo esta adolorido, apenas puedo moverme sin suspirar o quejarme.

- ¿Cuántas veces te mordí?

-No quiero saberlo

-No puedes volver en este estado a casa, bambam vendrá con un cuchillo en la mano si te ve de esta manera- murmuro jaebeom, deslizaba los dedos por encima del rostro del hombre.

-Eso ni lo dudes, no sabes lo violento que puede ser ese niño- murmuro.

-Quédate por unas horas, cuidare de ti.

- ¿Un baño caliente? Es lo único que necesitó.

Jaebeom se desplomo al otro lado de la cama, acurrucado al cuerpo inmóvil. Algo había cambiado en el aroma de jinyoung, ya no olía solo a él, ahora estaba mezclado con el suyo y eso comenzó a llenar su pecho de orgullo y satisfacción.

-No debiste quedarte, jinyoung- murmuro jaebeom, deseaba que su voz sonara convincentemente derrotada.

- Me volvería a quedar- jinyoung hizo una pausa- Me gusto cada uno de esos besos y mordiscos.

El corazón de jaebeom se acelero y saco el rostro de las almohadas: - ¿enserio?

-Dios, no me mires con esos ojos de perrito- jinyoung suspiro.

-No planeaba hacerlo de esta manera, deseaba cortejarte de una buena manera- murmuro jaebeom- invitarte a una taza de café o llevarte un ramo de rosas hasta tu cada.

-Eres tradicional, eso es nuevo- dijo jinyoung, paso la lengua por encima de sus labios.

-Soy romántico.

Jinyoung giro los ojos y sonrió.

-Me gustan los jazmines, no las rosas.

-Anotado. 

Antinatural [Bnior]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora