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Jaebeom se hundía en el sofá de ese lugar con corazón destrozado y una persona en su regazo que buscaba sus labios, él no sabia como había llegado a ese lugar, pero no quería irse, ese cuerpo, pequeño y cálido, que se presionaba contra el suyo como si quisiera un poco más.

El dulce aroma, lo esta envolviendo lentamente.

Amargo y dulce, ese era el sabor de la lengua que exploraba la boca cansada de jaebeom que hundió los dedos en la cadera. El chico gimió contra su boca, eso animo a jaebeom a que presionara las caderas contra los muslos de ese chico.

Jaebeom estaba a punto de arrastrarlo hacia los baños y llenar esa boca experimentada, pero alguien lo arranco de sus brazos, por un momento, él temía que le hubiera dislocado el hombre al pobre chico que apenas podía mantenerse en pie.

Un hombre estaba parado al lado suyo, sus gritos eran amortiguados por la música del lugar. Jaebeom tomo la muñeca del chico e intento regresarlo a su regazo, pero el otro no lo soltó.

¿Un novio? ¿Un hermano? ¿Un padre? ¿Un tío? ¿Un primo? No, no era nada de eso.

Ese chico trabajaba en este lugar, jaebeom podía adivinarlo por ese traje negro.

-Suéltalo- jaebeom aparto mechones oscuros de su rostro sudoroso- el chico no quiere irse contigo-

- ¡Quiero quedarme con él! -

-No lo conoces- gruño el otro-

- ¿Y? ¿Eso importa? Solo será una noche-

-Una noche que te arrepentirás.

-Quédate conmigo, chico-

-Por dios, ni siquiera sabes cual es su nombre-

Jaebeom reflexiono por un momento, no recordaba haberle preguntado su nombre, solo apareció en su regazo con la boca aplastada contra la suya, él dijo: - ¿Cuál es su nombre? -

-Soy bambam - el chico le regalo una sonrisa coqueta. Jaebeom deseaba llevarlo al baño-

-Dios- gruño su acompañante antes de tirarlo del brazo.

Ambos se perdieron entre la multitud. Jaebeom suspiro, dando el ultimo trago a su vaso antes de salir detrás de ellos.

Una parte de su conciencia seguía despierta y no se quedaría tranquila hasta que viera que ese chico estuviera bien con ese hombre de rostro borroso o al menos, así lo recordaba.

Jaebeom tuvo dificultades en salir de ese lugar, una ráfaga de viento nocturno hizo que su mente se despejara un poco más. Busco en el estacionamiento las figuras de esos hombres, no tuvo dificultades de encontrarlos. El pobre chico se encontraba encorvado contra un árbol mientras el otro acariciaba su espalda.

A medida que se acercaba a ese par, jaebeom fue consciente de la belleza que poseía ese chico. Alto pero delicado, hombros anchos y cintura estrecha, cabello oscuro cayendo sobre su rostro fruncido.

- ¿Esta bien? – Jaebeom pregunto-

El chico de giro hacia él, alarmado, pero rápidamente recupero su rostro fruncido.

- ¿Qué hace usted aquí?

- ¿Usted? No creo que sea mucho mayor que tú-

El chico cayo por un segundo hasta que dijo: - ¿Nos está persiguiendo? ¿Es un acosador? -

Ese aroma picante comenzó a envolver, ese aroma que le gritaba que retorciera y siguiera su camino, si no quería problemas, pero él no lo hizo, por alguna extraña razón, jaebeom quiso calmarlo, apretarlo contra su pecho hasta que su cuerpo perdiera tensión y aspirar ese aroma que se escondía debajo de esa amargura.

Besar su cuello y susurrarle que todo estaba bien, que no les iba a ser daño.

Mierda. El alcohol estaba comenzando a afectar su mente y cuerpo.

-No soy nada de eso- jaebeom dio un paso más- solo quería saber como estaba, lo arrancaste de mis brazos-

-Esta perfectamente-

-No lo creo yo...-

- ¡Jinyoung! - Chillo bambam- ayúdame-

El chico lo sostuvo entre sus brazos, parecía luchar en mantenerlo en pie. Jaebeom no se había dado cuenta que ese chico tenia unas exquisitas piernas largas que se verían perfectas alrededor de su cintura. Ese aroma se volvió mas agrio, jaebeom aparto la mirada del chico.

Ese brillo en sus ojos que hacia paralizar a jaebeom.

Jinyoung parecía estar a punto de saltar sobre él y arrancarle la garganta con sus propios dientes que sobresalían de su boca. Jaebeom estaba en graves problemas, debió irse directamente a casa.

Intento hablar, pero su lengua estaba pensada dentro de su boca, su instinto gritaba que se moviera, pero su cerebro estaba sedado para reaccionar. Jinyoung bajo con delicadeza al chico, encuadro sus hombros y avanzo lentamente hacia él.

Y todo se volvió negro. 

Antinatural [Bnior]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora