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008 | ¿AYUDARLA?
Narrados omnisciente.
— ¿Por qué la tenemos que ayudar? Es su problema que ella lo resuelva — se queja Klaus sirviéndose un poco de bourbon en su vaso.
En el estudio del segundo piso del recinto se encontraban todos los hermanos Mikaelson, y Hayley quien estaba realmente confundida ante el espíritu de los Mikaelson por ayudar a la nueva vecina a derrotar a su tía loca.
Elijah se había encargado de contarle todo: todo lo que vio aquel día y la plática en el estudio, qué es un fénix y que su tía loca la caza para tener su fuente de poder infinita.
Pero algo no le cuadraba. Ella los conoce bien. Nunca han ayudado a alguien solo porque sí, sin recibir nada a cambio y por una persona que apenas conocen.
Todos los hermanos excepto Klaus se miraban entre ellos queriendo dar una explicación. Realmente no la había, no en concreto.
Era raro, ellos – incluso, muy, muy, muy en el fondo Klaus – sentían la necesidad de ayudarla.
¿Por qué? Era lo más raro y desesperante para ellos. El no saber porque, solo la necesidad, el sentimiento de querer ayudarla.
— La vamos a ayudar, Klaus. Tengamos tu ayuda o no — habla Rebekah cruzando sus brazos en su pecho evadiendo la respuesta anterior.
De todos ellos, Rebekah y Elijah son los que sienten esa necesidad más fuerte.
— ¿Cómo la ayudaremos? — pregunto Kol dispuesto ayudar en lo que sea.
— Creo que tengo un plan... — murmuro Freya mirando el piso, atando en su cabeza los últimos clavos de su posible plan.
Todos – incluso Klaus que se fue a la esquina del salón para mirar a través de la ventana pero atento a lo que diría Freya – prestaron atención. Freya contaba su plan recibiendo opiniones de parte de sus hermanos que harían mejorarlo.
Así, se pasaron toda la tarde perfeccionando su plan, dando posibles hechizos que hacen que la tía loca reviva.
Todo para ayudar a su nueva amiga.
• ────── ⚜ ────── •
Dakaria.
¿Alguna vez han sentido que no tienen idea de lo que están haciendo?
De hacer alguna cosa y después de unos días arrepentirte.
Así me siento.
No sé porque vine a Nueva Orleans.
Ósea, si se, pero aquella sensación se ha esfumado.
Vine a encontrar mi "alma gemela" y gané que mi tía me encontrara y estuviera más fuerte. Dos días han pasado, ¿cuánto tardara en volver? Las veces pasadas eran alrededor de cuatro días cuando volvía atacarme, pero ahora teniendo en cuenta que tiene más poder, ¿cuánto tardara? ¿dos días? ¿tres?
¿Uno?
Creo que debería huir, de nuevo. Encontrar un nuevo lugar que me agrade y contar con la suerte de mantenerme un tiempo ahí. Nueva Orleans me agrada y si no hubiera sido porque mi tía loca apareció me hubiera quedado más tiempo.
Sin importar si encontraba a mi "alma gemela".
Soltando el aire que contenía me levanto del banco de la pequeña plaza, había decidido venir y distraerme un poco; mirar a las familias, los niños, las parejas, mirar los árboles, las nubes, fue relajante por un momento hasta que los pensamientos de que hacer me invadieron.
Doy media vuelta y camino en dirección al barrio francés. Al llegar entro a cualquier tienda de turismo y pido un enorme mapa del mundo, unos dardos y cinta. Al salir con mis compras me dirijo a otra tienda donde compro un paquete de seis botellas con cerveza.
Doce minutos después regreso a casa. Entro dejando las cosas sobre la mesa. La vela forrada de mi sangre mezclada con la de Rebekah y no se de quien más que esta sobre el mapa de Nueva Orleans encima de un mueble en la esquina del comedor.
Freya me dijo que mientras esa vela este encendida nadie más que yo o los Mikaelson podrán entrar. Mi tía loca al no tener mi sangre no podrá entrar. Además de que Freya coloco un hechizo sobre la vela para que nunca se apagara y gastara.
Destapo una cerveza bebiendo la mitad de ella de un solo trago. Tomo la cinta y el mapa, me dirijo a la pared más cercana y pego el mapa sobre ella.
Tomo los tres dardos, donde caiga el tercero será a donde iré.
Así elijo siempre los lugares donde iré, absurdo pero emocionante, nunca sabrás donde caerá el siguiente dardo.
Le doy un trago a la cerveza, la dejo sobre la mesa, tomo el dardo entre mis dedos. Me coloco a tres metros del mapa. Alzo el brazo preparándome para lanzar.
— ¿Qué haces? — escucho a mi lado.
Giro mi cuello a la derecha viendo a Rebekah en la entrada. Me mira con su ceño fruncido, detrás de él se encuentra Kol.
¿Estos quienes se creen para abrir así?
— Eligiendo un lugar — murmuro volviendo a mi trabajo. Lanzo el dardo, este cae con fuerza en el mapa, me acerco para ver en qué lugar cayo — Nueva Orleans — murmuro. El dardo cayo justo en el nombre.
Lo bueno que quedan otros dos.
— ¿Te irás? — pregunta Kol, asiento.
— Mi tía loca me encontró, no tardara en volver atacar de nuevo y comenzar a tomar ciudadanos — mi tía es así.
Descubre donde estoy, por unos días estamos en el círculo de me encuentra-la mato hasta que después comienza a tomar ciudadanos de la ciudad: ancianas, hombres, niños, incluso bebes.
No quiero poner en riesgo a gente que no sea yo.
— Tenemos un plan — confiesa Kol. Lanzo el dardo, frunzo mi ceño al ver que cayó a un lado del otro marcando de nuevo Nueva Orleans.
— ¿Qué mierda? — susurro.
— Podemos ayudarte a derrotar a tu tía — agrega Kol, volteo a verlo confundida.
— Mi tía revive como una maldita cucaracha cada vez que la mato — replico enfadada lanzando el dardo: Nueva Orleans — ¡Ahgg! ¿Cómo podrían ayudarme con eso? Necesitaría a una bruja muy muy fuerte, todas las brujas a las que voy al descubrir lo que soy quieren tenerme — informo caminando hacia el mapa y quitar los dardos.
— Freya es bruja — bajo la mano al escuchar a Rebekah — Una muy poderosa por cierto — agrega orgullosa.
— ¿Freya es bruja?
— Sí, fue idea de ella el plan — alzo la mano aun con mi ceño fruncido. Miro el dardo y el mapa, doy pasos atrás hasta quedar al otro extremo de la sala.
— ¿Por qué quieren ayudarme? ¿Me quieren a mí? — pregunto lanzando el dardo, seguido del otro y del otro.
Puta si cae en Nueva Orleans.
Me acerco al mapa, los dardos cayeron en... Nueva Orleans.
