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Vive, Ríe, Ama
Esas son las palabras que colgaban sobre la chimenea de la casa de Niall Horan.
Si tan solo su familia pudiera hacer alguna de esas cosas, tal vez entonces no sería tan jodidamente miserable todo el tiempo.
Bueno, sí reían.
A veces.
Es a menudo, a costa de Niall, sin embargo, era risa. Debería contar para algo, ¿verdad?
Cada vez que Niall entraba en el salón, sus ojos eran atraídos por las llamativas palabras de pegatina que estaban adheridas a la pared, y tenía que desviar los ojos para no mirarlas por mucho tiempo. Si no lo hacía, se llenaba de incomodidad y tenía que luchar contra el impulso de repelar las palabras de la pared con el fin de arrojarlas a la chimenea y encenderlas en llamas.
En cambio, simplemente apretaba los puños y salía de la habitación, ignorando el impulso de gritar con frustración ante las estúpidas palabras que siempre estaban atormentándolo.
Poniendo los ojos en blanco, Niall ajustó su corbata alrededor de su cuello y arrojó su mochila sobre su hombro antes de salir de la casa. Era muy temprano por la mañana para estar lidiando con su madre, así que evitó la cocina, en donde estaba destinada a estar asechando, decidiendo marcharse en cambio.
La familia de Niall se conformaba de cuatro personas, el mismo Niall, su padre, Bobby, su madre, Maura, y su hermano, Greg.
Su padre era el director ejecutivo de un gran centro financiero en el corazón de Londres. Mientras su padre lidiaba con todos los asociados, su madre atendía a las esposas. Planeaban las fiestas, tés, galas, y cualquier otro evento social durante el año que tuviera que ver con el pequeño círculo de los más adinerados en la ciudad.
Greg, siendo solo tres años mayor que Niall, estaba terminando de estudiar negocios en la universidad, con el fin de seguir el camino que su padre había labrado para él desde el día de su concepción – literalmente. Maura y Bobby decidieron que su hijo iba a heredar el negocio familiar cuando el momento llegara.
Siempre había sido y siempre sería el hijo predilecto de la familia.
Y eso solo dejaba a Niall. En su último año de secundaria, Niall era la oveja negra de la familia, y lo había atormentado su vida entera – como nunca sería capaz de compararse con su hermano. Parte de él lo odiaba. Al resto de él no le importaba.
No le tomó mucho llegar a la escuela, pero una vez lo hizo, quiso irse de inmediato. Pero sabía que no podía, así que, en cambio, aparcó el Range Rover que le habían regalado en su cumpleaños diecisiete y salió de él, haciéndole frente al resto de la población estudiantil.
Niall estudiaba más duro que la mayoría de su clase, pero tampoco le importaba. Solo estudiaba duro para que sus padres no tuvieran ningún otro motivo para regañarlo ni reprenderlo. Ya tenía dieciocho y no podía esperar para terminar la escuela y largarse de su casa. Tal vez se escaparía, regresaría a Irlanda. Aún tenía familia ahí, tal vez estarían dispuestos a acogerlo. O quizá él y su novio podrían solo mudarse ahí después de terminar la escuela. Cualquier lugar era mejor que donde estaban ahora.
Antes de que Niall pudiera cruzar las puertas del instituto, unos brazos envolvieron su cintura y lo hicieron a un lado. Fue sometido contra la pared y unos labios fueron presionados contra los suyos, el olor a tabaco llenando sus pulmones mientras una lengua invadía su boca y sus labios trabajaban contra el otro par.
Tomó el cabello el otro chico, tirando de él con fuerza y arrancando un gemido de él antes de que sus labios fueran separados, ambos respirando profundamente.
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contrivance
FanfictionTres chicos, dos anillos, un altar - las cosas están a punto de ponerse problemáticas.