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—¿Estás seguro de que tienes que ir? —preguntó Zayn, mirando a Niall vestirse desde donde estaba recostado, medio levantado en la cama. Niall estaba de pie al centro de la habitación, vistiéndose.

—Mis padres ya lo saben. Supongo que uno de ellos le dijo a sus padres y sus padres le dijeron a los míos entonces eso. Tengo que ir —Niall bufó, pasando sus piernas por el pantalón furiosamente.

—Entonces trata de disfrutarlo, supongo, —Niall le envió a Zayn una mirada, quien solo levantó ambas manos en rendición—. Solo decía, si es algo de lo que no puedes zafarte y no tienes otra opción en el asunto, solo dale una oportunidad. Por mucho que me duela decirlo, deberías pasar al menos un poco de tiempo con él. Y quien sabe, si está tan en contra del matrimonio como tú, entonces podrían unirse y oponerse —Niall asintió, sabiendo que Zayn tenía razón.

—Ugh, lo sé —se sentó en la cama, frustrado.

—Y yo estaré aquí, esperándote cuando regreses. Mamá tiene una noche de chicas o algo así, papá está trabajando hasta tarde y las chicas estarán en una pijamada. Tendremos la casa para nosotros solos —Niall intentó resistirse, en serio lo intentó, pero la sonrisa que apareció en su rostro no pudo ser evitada cuando miró a Zayn.

Bien —cedió, mientras Zayn vitoreaba.

—¡Eso! Pero, ¿quieres que te vaya a dejar? —ofreció, Niall asintiendo rápidamente.

—Por favor. No quiero ir solo —Niall hizo un mohín, Zayn sonrió ante el muchacho mientras le quitaba los mechones de cabello de su frente.

—Nunca te dejaría solo. Siempre estaré ahí para recogerte y salvarte de los grandes ricachones malos —Niall puso sus ojos en blanco, negando con la cabeza hacia su novio.

—Eres tan raro a veces —masculló, besando a Zayn por un momento. Sus labios encajaban a la perfección, siempre moviéndose en sincronía y sin falla laguna. Niall besaría a Zayn todos los días por el resto de su vida si pudiera.

Y planeaba hacerlo, pero tenía que descubrir una manera de arruinar esta boda primero.

—Está bien, vámonos bichito. —Zayn se puso de pie, tomando su chaqueta de cuero y arrojándola sobre su cuerpo, Niall mirándolo moverse como si estuviera mirando una película.

—¿Estás seguro de que no podemos solo quedarnos aquí? —Niall preguntó una última vez, Zayn volteando los ojos y sacudiendo la cabeza con una sonrisa en la cara.

—No vas a seducirme para dejarte quedarte. Por mucho que no quiera que vayas, sé que tienes que hacerlo —Niall frunció el ceño por un momento, parándose más cerca de Zayn.

—¿Por qué no quieres que vaya amor? —preguntó suavemente, alejando el cabello de Zayn de sus ojos.

—Porque no... no quiero que se metan en tu cabeza. No quiero que él se meta en tu cabeza porque entonces quizá se escabulla hasta tu corazón, y yo no... solo no quiero perderte, eso es todo —. Esta era la primera señal de inseguridad de Zayn con respecto a este matrimonio, y rompió el corazón de Niall de tantas maneras.

—No vas a perderme. Soy tuyo, ¿recuerdas? Todo tuyo. Lo he sido desde que tenía catorce —Zayn asintió, respirando profundamente.

—Lo sé, solo que es duro en ocasiones. Estoy asustado —Niall casi lloró escuchando eso. Zayn no era mucho de hablar sobre sus miedos, era mucho más serio que cuando alguien más lo decía. Eran parecidos en ese sentido, no siendo capaces de admitir sus miedos. El lunes por la mañana, cuando Niall se desmoronó, fue una de las pocas veces que había llorado de esa manera frente a Zayn.

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