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Cuando Niall llegó a casa el lunes por la tarde después de la escuela, no esperaba ver a su madre con otras tres mujeres en la estancia, todas bebiendo cocteles.
Solo podía presumir que los hombres estaban en la estancia de fumadores, fumando apestosos puros y hablando con sus arrogantes voces sobre inventarios y conexiones y las entradas y salidas en el mundo financiero. Niall no estaba muy seguro de lo que hablaban, para ser perfectamente honesto. Nunca prestaba mucha atención. Greg, por otro lado, estaba fascinado – fascinado por halagar a los otros hombres de negocios en un ambiente tan fortuito.
Su madre se acercó para darle la bienvenida en la puerta, y Niall supo que tenía que interpretar el rol del hijo cariñoso una vez más.
—Hola, madre —saludó, besando cada una de sus mejillas con una sonrisa amable en el rostro. Las tres mujeres estaban sonriéndole como si fuera el hijo más maravilloso que una madre pudiese pedir. Dios, odiaba a esta gente.
—Niall, cariño, ve arriba y cámbiate, los muchachos están esperándote en la sala de juegos —su voz era amable, gentil, como uno se esperaría que fuese la voz de una madre.
—Claro, ¿les gustaría otra bebida antes de que suba? —preguntó, sabiendo que tenía que montarles un espectáculo a estas mujeres.
—No, gracias cariño, estoy bien. Probablemente debería dejar de beber ya que estoy —ella sonrió, las tres mujeres que reconoce de alguna parte y su madre se ríen como si hubiera hecho algún tipo de broma graciosísima.
Sí, o si no te embriagarás y harás algo inapropiado frente a tus amigas por una vez en lugar de hacerlo en privado como siempre.
Niall sabía que no podía decirle esas palabras a nadie aparte de Zayn, así que simplemente mantuvo su sonrisa a labios apretados, dejando la habitación para dirigirse arriba.
—Que adorable niño, Maura. Que gran trabajo han hecho tú y Bobby al criarlo a él y a Greg. —Una de las mujeres dijo y Niall tuvo que morderse el labio para evitar la sonrisa en su rostro y las palabras que tan desesperadamente se moría por decir atrapadas dentro de él.
Podría dejarlo salir cuando estuviera con Zayn.
Ambos habían pasado el fin de semana juntos antes de irse a la escuela temprano esa mañana y, ya que Niall no tenía su auto, Zayn había podido llevarlo a casa en su motocicleta. Adoraba montar esa moto.
Casi tanto como adoraba montar a Zayn, pero no podía pensar en eso por el momento. Aparentemente, tenían compañía.
Entró en su habitación y arrojó su mochila a la cama, caminando hasta su armario masivo y abriendo las puertas. Miró su ropa, tratando de descifrar que ponerse.
Tenía invitados, así que no podía descansar en su pijama, pero no iba a salir, así que no necesitaba usar un traje.
Una buena camisa y un par de vaqueros ajustados valdrían – relativamente cómodo y fácil. Jugó con su cabello un poco, pero nunca lograba levantarlo de la misma manera en que Carmen lo hacía, así que simplemente lo dejaba caer sobre su frente. Lo movió un poco para que luciera mejor que como si apenas hubiera salido de la cama, pero no tanto como para alcanzar los estándares de su familia.
Se abrió camino hasta el cuarto de juegos del otro lado de la casa, también arriba, y caminó hasta encontrar a los tres muchachos que había conocido en la gala del viernes esparcidos, jugando un juego en la pantalla masiva.
—¿Qué están haciendo aquí? —preguntó, los tres volviéndose inmediatamente hacia él. Uno de ellos pausó el jugo y los tres se levantaron para encararlo.
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contrivance
FanfictionTres chicos, dos anillos, un altar - las cosas están a punto de ponerse problemáticas.