Mamá de 7

Parte 9

Al tiempo de divorciarme, apareció en mí vida Santiago Linares, un nuevo compañero del trabajo que se interesó en mí, le conté mí historia, y él la suya.
Tenía dos hijos mellizos, su madre los abandonó, era una historia muy parecía a la mía, sus hijos se llamaban Tomás y Belén.

Al mes de conocerlo el empezó a ir a mí casa, y a notar que yo estaba un poco complicada con las nenas, tenía 5 meses de embarazo, las nenas 7 meses y mí panza estaba enorme para cargarlas de un lado a otro, más sumarle que estaban empezando a gatear lo que también era una complicación.
Y así empezó todo, dándome una mano, se quedaba conmigo los días que yo no trabajaba y me ayudaba con las nenas, por supuesto sus hijos venían con él.

Eran un amor, estaban llenos de paz y eran lo más tranquilo del mundo, tenían un año y aún asi eran bastante tranquilos, dicen que esa edad es una de las peores, pero en ellos ni se notaba. Mí casa los días que no trabajaba eran un jardín de infantes, las nenas como dije, gateaban, así que iban de acá para allá atrás de Tomás y Belén que corrían jugando.

Empecé a salir con Santiago y estaba bastante contenta, Teo había sido mí primer y único novio y la verdad que no tenía atención de su parte nunca, que de repente Santiago se fije en mí y se preocupe hizo que yo esté feliz y contenta. No me sentía tan sola.