~01~

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Los llantos de una joven rezonaban por todo el lugar, siendo la oscuridad único testigo de aquella tristeza.

"Eres una idiota"

La voz en su cabeza le habló.

- No lo soy - susurró

"Nadie te quiere"

- Mi familia me ama-

"Tu padre te abandonó, a tu madre nisiquiera le interesas"

- Mi hermana me quiere...-

"Deja de engañarte Blight, a nadie le importas, estás sola"

Las lágrimas escapaban fugaces de aquellos ojos dorados cristalinos.

"Nadie te amará , estás sola".
- callate...- la joven suplicó.

"No puedes callarme Blight, eres débil"

La pobre chica se derrumbó, la voz tenía razón, ella es débil, una idiota, estaba sola....

"Cuando lo entenderás Blight?, a nadie le importas, deja de pensar que algún día te rescatarán de este lugar, estás loca"

Sentía que ya no podía respirar, todo su cuerpo comenzó a temblar, tenía miedo, miedo de estar sola con aquella voz que tenía la razón.

Su llanto se incrementó, la voz sólo se burlaba de lo débil que era la pobre chica.

"Sola, siempre estarás sola"

- Siempre estaré sola...- susurraba entre lágrimas.

"Eres una idiota"

- Soy una idiota...-

"A nadie le importas"

- A nadie le importo...-

" Siempre serás esclava de tus emociones, de tu culpa, de tu locura"

La voz en su cabeza cada vez era más cruel, la pobre Blight sentía impotencia por no poder hacer nada, por ser débil, por ser estúpida.

El dolor en su corazón era inexplicable pero difícil de soportar, necesitaba una navaja, la necesitaba ya.

La agonía de la rota joven llegaron a los oídos de una enfermera.

- Pobre niña...- susurró para ella misma aquella mujer.

Con pasos acelerados llegó a la habitación, por la pequeña ventanilla pudo observar, como la joven Blight lloraba sin parar.

- De nuevo hablando sola?-
Preguntó.

- No kiki, claro que no-

La enfermera la miró, sus ojos se cruzaron con los de ella y lo sintió, ese dolor y tristeza extrema que raflejaban la mirada dorada de la joven, amargas lágrimas aún resbalaban por sus mejillas, aún su dolor aumentó.

- Traigan el sedante!!! - Kikimora gritó.

La pelimenta estaba asustada, pues odiaba esa inyección.

Dos hombres musculosos vestidos de blanco, entraron a su habitación.

- Alejense de mi!!!! - La niña Blight les gritó.

- Es por tu bien - kiki respondió.

Los hombres la sometieron, y sin dudar Kikimora la inyectó.
La joven Blight perdió sus fuerzas, todo se nublaba a su alrededor.

Los hombres la recostaron en su cama y se marcharon.

- Lo siento Amity, pero odio tu asquerosa voz - escupió Kiki con falso odio, pues la joven Blight ya era parte de su corazón.

Cada segundo que pasaba, la pelimenta perdía la noción del tiempo, todo en su cabeza daba vueltas, sabía que se quedaría dormida en cualquier momento.

- Descansa mi pobre niña, algún día serás libre de cualquier tormento -
Kikimora sin más se despidió, dejando a una chica con el alma rota sola en su habitación.

"Jamás serás libre, jamás sentirás amor".

The madness of LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora