MALDITA DISTANCIA

LA FIESTA III

Thomas

La noche de la fiesta

- No la encontramos Thomas - lamentó Andrea entre sollozos acompañada de Kurt, que estaba con su particular semblante inexpresivo.

- De verdad que lo siento muchísimo, yo solo quería ayudarla, no pensé que sucedería esto - afirmó Liam ya recuperado de las sustancias alucinógenas.

- NO DEBISTE DARLE NADA! UN AMIGO PONE SU HOMBRO PARA LLORAR NO TE INVITA A TOMAR DROGAS! - le chilló emputada la chica.

- NO LA INVITÉ A NADA, ELLA ME BUSCÓ PARA ESO ANDREA!

- De nada nos sirve lamentarnos o buscar a un culpable - les miré para que se callaran y dejaran la bronca - tenemos que centrarnos y encontrarla, está vulnerable, han intentado abusar de ella y dios sabe qué estará pasando ahora.

- Thomas tiene razón - se pronunció el ruso al fin - Bush tiene a mucha gente buscándola, seguramente ya la haya encontrado, pero tenemos que seguir.

- Ese cabrón solo mira por si mismo, no la buscó cuando la echó de casa, la va a buscar ahora? - espetó rabiosa la pelirroja.

- Es un cabrón, un egocéntrico y un narcisista, pero también he visto su reacción al decirle que Olivia estaba desaparecida, si de verdad no le importase nos habría mandado a tomar por culo y habría seguido como si nada.

- Kurt tiene razón, conozco a Bush desde que éramos críos y nunca lo había visto mostrar interés en nadie que no fuera él, asique seamos positivos. - propuse.

- De acuerdo - dijeron Liam y Teo.

- Eso espero... - susurró Andrea.

Salimos al jardín, ya que era era un sitio muy amplio y de poca visibilidad por los frondosos árboles que contenía, asique nos dispersamos.

Teo y Liam fueron a ver entre la gente que bailaban. Andy estaba enseñandole a cada persona que pasaba una foto de Olivia por si la había visto y Kurt se vino conmigo a buscar por el bosque y la parte trasera de la casa.

- Espero que Bush de verdad la haya encontrado... - solté y mi amigo redujo la velocidad de sus pasos.

- Hay que confiar en él.

- De verdad podemos confiar en él? - lo miré con una ceja enarcada.

- Thomas, tu conociste a Bush cuando era un crío, yo lo conocí cuando ya estaba liderando este mundillo. Sé de lo que es capaz, le he visto hacer cosas impensables y lograr propósitos que todos creíamos imposibles. - tomó un soplo de aire y me miró detenidamente - asique sí, independientemente de la mierda de persona que puede llegar a ser, confío en él, y más tratándose de la española.

- Eso también es verdad - confesé - nunca lo había visto así de preocupado por nadie. Y no sé si eso me alegra o me da aún más miedo.

- No le hará nada a Olivia, más le vale que no, porque sino ya estaré yo para frenarlo - apartó la vista y siguió con su camino adentrándose en el siniestro bosque.

- Te gusta Olivia? - le pregunté porque me pareció extraña su forma de protegerla ya que la conocía de una sola noche.

- Thomas, no todo se basa en ser pareja de alguien o follar con alguien - se pechizcó el puente de la nariz y volteó a verme - hay veces que conectas con una persona remota, pero no de la manera que tu crees, simplemente sientes un inmenso apego y confianza que parece como si os conociérais en otro mundo, y eso me pasa con ella. - hizo una pausa - Y respondiendo a tu pregunta, no, no me gusta Olivia. Es una chica compleja eso salta a la vista y tiene problemas que seguramente ninguno de nosotros conoceremos jamás, por eso la protejo, porque al verla a ella me veo al yo de hace unos años y deseo que ella tenga la ayuda que yo no pude tener.