07. Leo

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Honne.

Me lo tomaba con humor, porque si lo hubiera hecho con seriedad, no sobreviviría.

—Muchas gracias Kalum, quédate con el cambio.

—A ustedes, que tengan buen día, —se despidió con su mano libre y una gran sonrisa—. manden a la mierda a mi hermano de mi parte.

—Lo haremos. —afirmó Vero.

Salimos de allí corriendo para llegar a la oficina, tenía la sensación de ser perseguida cuan chivo por sus depredadores cuando las personas posaban sus ojos en mí. Es el mismo edificio en donde tuvimos la primera reunión, el orden de los computadores aún no cambiaba y lo primero que hice fue fijarme en las estadísticas.

Las ventas de su último álbum se congelaron por unos minutos, mis seguidores bajaron en picada, lo peor es que la contraparte aun no llegaba. No me sorprendió de Mar y ese sujeto, se veían bastante irresponsables, esto podría arruinar nuestro plan ¿Qué andan haciendo? ¿Leyendo piedras? ¿Jugando con planetas?

Nunca voy a entender a la gente "vibra alto", yo para eso tengo otras tácticas.

Algo extraño sucedió en la espera, a la hora tope de movimiento donde los hashtags se volvieron virales, las ventas de Astrohada en lugar de disminuir subieron como espuma. Intentaba conectar neuronas pese a que lo único que hice fue ver con la boca abierta al mundo moverse.

—Escúchame bien, Honne —Verónica rompió el silencio mientras ordenaba sus papeles—. Esto puede parecer malo, pero no desesperes, todo es una oportunidad de negocios si se sabe aprovechar.

—Estoy así por esto —señalé la pantalla—. Me importa poco o nada lo que digan de mí, soy peor de lo que puedan creer.

—Ya veo, el morbo vende.

Se acomodó sus gafas, atravesó el pequeño espacio entre mi silla y la mesa deslizando las imágenes con su índice.

—¿Morbo?

—El chisme, como le quieras decir, ¿Sabes por qué las canciones sobre rupturas o las peleas venden tanto? Porque a la gente le gusta acostarse sobre los trapos sucios de los demás.

—Creo que esta situación no es momento para que pienses en el dinero. —dije en broma.

—Bien —suspiró—. Te voy a decir la verdad: No importa lo que digan, cierto porcentaje ya nunca les va a creer. Hay una mitad las odia por existir, tenemos que sacar provecho de eso o vas a ensuciarte por nada.

—Eso que yo tengo sangre fría, pero tú me asustas. De cualquier manera, todo esto empezó por alguien random, ¿No podemos desaparecerlo? —bromeé.

—¡¿Estás diciendo que matemos a alguien?!

Ese fue el instante en el que ese par entró, creyendo que propuse asesinar a alguien.

Cada día mejor reputación.

Mar vistió decenas de piedras colgadas de su cuello. La saludé guiñándole un ojo, pareció no agradarle porque retiró el contacto visual al segundo.

Tengo que dejar de coquetear en broma, tal vez le molesta.

No, si le molesta tengo que hacerlo más.

Vero no les dio tiempo de hablar, empezó a explicar el problema, quién distribuyó el mensaje de odio y cómo esto puede afectarnos. Nadie la interrumpió sin embargo, ya lo entendí así que me dediqué a intentar incomodar a mi "novia".

Luka sí le prestó atención, Mar lo intentó, pero era obvio que de reojo me vigilaba. Por fin encontré la manera de devolverle lo molesta que puede ser con sus mambos místicos. No había vuelta atrás.

Si ellos supieranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora