C A P Í T U L O 3

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Arlette

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Arlette

Cuando llego a mi casa me despojo de la ropa en el camino, enciendo las bocinas parlantes, empieza a sonar una canción de Natti Natasha  y comienzo a cantarla a todo pulmón.

La mejor versión de mí no la conociste tú
Porque siempre me frenaste con tu pésima actitud
Nunca pude ser quién era, por amarte a tu manera

Y olvidé hasta de ser yo

La mejor versión de mí está a punto de llegar

Porque estoy recuperando toda mi seguridad
Esa que me arrebataste con tu celos sin sentido

Con tu forma de pensar

Pero me llegó el momento y quise ser más fuerte
Y ahora estoy tan convencida que no debo verte
Que perdí mi tiempo mientras tú ganabas
Porque valgo mucho más de lo que imaginabas
Y ahora estoy aquí

Disfrutando la mejor versión de mí

Y porque hoy que no te tengo, tengo tantas cosas
Ahora empiezo a disfrutar un poco más las rosas
Por fa', no me insistas, tampoco lo intentes
Si ya sé que nunca cumples lo que me prometes
Y ahora estoy aquí
Disfrutando la mejor versión de mí
No te toca a ti

Disfrutar de la mejor versión de mí

Amo esta canción, porque es la realidad de muchas mujeres y hombres, a veces nos enfocamos tanto en agradar a toda costa a nuestras parejas que dejamos de ser nosotros mismos, vivimos mendigando su mísero amor, mendigando sus pocas o nada de caricias, pero llega ese momento como dice la canción en el que uno quiere ser más fuerte, ese momento de coherencia en tu vida donde todo cobra sentido y te das cuenta que mereces algo más no esas migajas, y luchas por lo que quieres logrando así obtenerlo lo que provoca que esas personas que te han tratado mal vuelvan arrastrándose hacia a ti, pero no siempre los aceptas por segunda vez en tu preciada vida.   

Mi momento de reflexión se ve interrumpido por el sonido del timbre que retumba por todo el apartamento, que yo recuerde no esperaba a nadie, por lo que procedo a colocarme una toalla envuelta en el cuerpo y me encamino hacia la puerta, veo por la mirilla y me asombro al ver parado a Magnus, porque que yo recuerde no le había dado mi dirección, pero luego pienso en que quizás fue Karen.    

Él está con sus manos dentro de sus bolsillos esperando que le abra, cuando lo hago su mirada repasa todo mi cuerpo, siento mis mejillas arder y mis nervios afloran, hago un sonido con mi garganta y al fin sus ojos se encuentran con los míos.

ㅡHe venido a buscarteㅡdice mientras me mira con su penetrante mirada.

ㅡCierto, pasa por favorㅡle digo haciéndole espacio para que pase.

MAGNUS © (EN PROCESO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora