Día 8: Libre (Hacker)

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Un portal verde aparece en frente de la casa/mansión de Los CoMPaS, alguien cruzaba el portal y se detuvo a ver por unos segundos el lugar donde vivía su más querido rival.

Por la ventana observaba a alguien durmiendo profundamente, entro y con sus poderes se adentro a el sueño del Compa.

[...]

El Compa despertaba y abría sus ojos, era extraño, no escuchaba el canto de Rius ni veía los rayos del sol entrar por su ventana. Espera, ¿dónde estaba la ventana? Intento levantarse pero sentía que algo se lo impedía, al tener su vista clara vio que no estaba en su habitación y que unas cadenas rodeaban todo su cuerpo.

-¿Pero que?-

-Oh vaya, me alegra que hayas despertado-.

Esa voz grave, ya la había escuchado antes, la detestaba, no tanto pero lo detestaba. No podía creer que el muy cobarde se había aprovechado de el cuando dormía.

-Hola Invictor, ¿dormiste bien?-.

Forcejeaba por romper las cadenas pero fue en vano, el Hacker se dispuso a reír a carcajadas por el inútil esfuerzo de Invictor.

-Solo quería decirte que pasaré al menos 24 horas en tu cuerpo- el espartano estaba confundido -Voy a gozar este día como no te imaginas, nos vemos pronto-. Y con eso dicho el Hacker avanzó más allá de la oscuridad desapareciendo de la vista de Invictor.

-¡No, alto, no lo hagas!- quería avanzar, quería liberarse de las cadenas, no quería pensar en lo peor -¡Aléjate de Mayo!-.

[...]

Abrió los ojos sin dificultad alguna al aclarar su vista con la luz del sol que entraba por la ventana, no quería entretenerse con eso y perder unos segundos de su día. Se levantó y fue a lo que él creía que era un armario, y si lo era. Se vistió con la misma ropa que usa el espartano todos los días y fue a la puerta.

Antes de abrirla y empezar su día sacó su holograma de teclado e hizo modificaciones a su voz grave como cuando haces una prueba de sonido en un micrófono, cuando su voz era igual a la de Invictor, guardo su holograma y salió del cuarto.

Fue a la sala donde el suponía que deberían estar los Compas pero al llegar no había nadie, ni un alma pasaba en la sala.

Pronto escucho un bostezo y pasos que se dirigían a donde estaba el, dio media vuelta y vio que era nada menos que Mayo, mostró una sonrisa en su rostro, ahora sabía a lo que se refería el espartano al final de su conversación.

El mayor le dio los buenos días con una sonrisa cálida, le devolvió el saludo y quizo sacar un tema de conversación para no hacerle sospechar nada.

-¿Dónde están los demás?-.

-¿Lo olvidaste? Los CoMPaS se pusieron de acuerdo en ir a un viaje y dejarnos a cargo de la casa-.

-Oh, es verdad, lo había olvidado- de hecho no sabía nada de eso, en ningún medio de comunicación había encontrado información de una salida. Su opción era que lo habían hablado en lugar de haberlo publicado como mensaje.

-No importa, ¿que quieres hacer?- el mayor miro a, el que imitaba a, Invictor. Este se puso a pensar un momento hasta que volvió a mirar a Mayo.

-Bueno...- se acerca al mayor con una mirada seductora -...hay algo que quisiera hacer-. Mayo retrocedía lentamente hasta chocar contra la pared sin tener escapatoria por los brazos de Invictor que también le impedían salir de ahí.

-Invictor estás muy raro hoy ¿no comiste muchas paletas?- como el verdadero Invictor entendía eran, como los llamaba, las piruletas, Hacker sabía que eran sus dulces favoritos y obtuvo una ventaja de la situación.

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