JUNGKOOK
Cinco años después
Un nuevo día había pasado en su vida; y ahora estando parado en el balcón saludando a todo el pueblo presente, formaba una sonrisa en su rostro mientras el pequeño JiHyun miraba todo de forma alegre. Al ser un niño así de pequeño no podía evitar que en todo momento estuviese estando preguntas, incluso agradecía que en ese momento no estuviese de inquieto yendo de aquí para allá.
—¿Quieres comer pastel, pollito?
—¡Sí, papi!
—Saluda a Spiraea, ¿Sí? Así... —Extendió su mano una vez más, moviéndola con delicadeza.
Segundos después, el niño lo imitó de una forma algo torpe y algo más enérgica, Jimin soltó una rodilla felicitándolo revolviendo su cabello.
—Tu bastón, papi —Le extendió el objeto.
—Gracias, ven, vamos a comer pastel.
Tomó la mano del cachorro y así comenzaron a caminar, el pequeño aguantando las ganas de empezar a correr. Pero él lo comprendía a la perfección, su papá no podía caminar como él, y no iba a dejarlo atrás.
Su cumpleaños número 26 había sido festejado de forma tranquila con tan sólo una cena junto a sus amigos de su grupo de pintura y Sungwoon, Yoongi y su padre. Tal vez después podría ir a algún antro o karaoke con los dos primeros, caída la noche.
Pero primero, debía abrir todos los regalos que habían llegado y ahora estaban sobre la mesa del comedor, así que algo entusiasmado se sentó en su silla y comenzó a abrir cada uno con ayuda de JiHyun.—Aquí están sus rebanadas de pastel —Yoongi se acercó sonriente extendiéndole a cada uno su respectiva rebanada.
—Yoongi, deberías parar de trabajar por hoy, descansa un poco —Hizo un puchero.
—Hace poco me convertí en cocinero del palacio, disfruto de hacerlo —Le miró con una sonrisa.
—No, en serio, al menos por unos minutos. Ven, siéntate con nosotros a comer.
—Está bien entonces —Le dedicó una sonrisa ladina y se sentó justamente al lado de los otros dos— Hoy cumples 26... Extraño tener esa edad, mis 33 están siendo una pesadilla, incluso comenzaron a salirme canas, ¿Puedes creerlo?
—Jungkook debió cumplir 28 el mes pasado.
—Papi hizo una fiesta, fue el tío Yugyeom y los abuelos... La abuela me dejó montar a caballo.
—¿Que ella hizo qué? —Miró al pequeño cachorro quien al notar que había metido la pata, saltó de las piernas de su padre y se echó a correr.
Intentó levantarse y comenzar a perseguirlo probablemente por todo el palacio, pero Yoongi le detuvo diciéndole que mejor le dejase irse, que era mejor que guardase reposo.
Iba a discutirlo, pero justo en el momento en que abrió su boca para hablar, las puertas se abrieron su padre en silla de ruedas entró con una sonrisa enorme en su rostro.De inmediato el rubio le detuvo y se colocó frente a él, colocando ambas manos en los hombros del hombre.
—Papá, se supone que deberías permanecer en cama, podrías hacerte daño. Vamos, te llevaré de vuelta...
—Hoy viene alguien al palacio, va a ser mi nuevo doctor, y no creo que le ponga tan feliz saber que no puedo acercarme al festejo de mi adorado hijo.
—¿Nuevo doctor? ¿Qué sucedió con...?
—Hola, Jimin.
Apenas y vió aquella silueta detrás de la puerta su mandíbula cayó de la sorpresa, y pronto todo su cuerpo tembló en su lugar con un sentimiento algo extraño naciendo en su pecho. No era miedo, tampoco enojo... Tal vez estaba nervioso, demasiado, pero era razonable ya que Jungkook había vuelto con una apariencia radiante; se había dejado crecer el cabello y ahora llevaba unos cuantos pendientes en ambas orejas, además de que su brazo entero estaba lleno de tatuajes... Lo que lo llevó a pensar, ¿Acaso eso estaba permitido siendo ahora un doctor?
Porque sí, Jungkook hacía casi tres años había finalizado sus estudios en la facultad de medicina en su Reino. Había dejado el palacio de sus padres y había seguido con su vida como en un principio la planeó... Sólo que ahora JiHyun estaba con él durante todo un mes, y él mejor que nadie sabía cuánto Jungkook había cambiado en todo ese tiempo. Porque Jimin no se lo había permitido, ambos habían llegado a ese acuerdo, y ahora que lo tenía frente a él no hacía más que hacer que aquellos nervios florecieran en su estómago y se propagaran incluso hasta sus manos que comenzaron a temblar.
Por Dios, incluso había dejado caer un par de regalos al suelo debido a la impresión...
Ambos se sonrieron nostálgicos y segundos después Jungkook se agachó un poco para tomar la mano del rubio y plantar un beso en ella en forma de respeto, al final se trataba de un Rey con quién estaba hablando, y muy dentro de él también se alegraba muchísimo de por fin haberlo encontrado.
—Hola, Jungkook. ¿Te importaría...?
—¿Sí?
—¿Le gustaría tomar una taza de té conmigo?
—Encantado. —Le sonrió ofreciéndole una mano para que éste la tomara, cosa que pasó casi de inmediato.
Poco a poco fueron alejándose hasta perderse al final del pasillo, y Yoongi tan sólo hizo una mueca mientras daba un par de mordiscos a su rosquilla.
—Sí... El amor no es para mí. Tan sólo míralos... Es como si nada hubiese ocurrido, es decir... ¿Vio cómo se miraron? Si un Alfa me mirase de esa forma, yo... —Soltó un suspiro mientras apoyaba su mano en su mejilla, mirándolos algo esperanzado.
. . .
Por cada paso que daban, sentían que cada vez estaban cerca de que la bomba explotara. Sabían que en algún momento tendrían que hablar acerca de aquello, y sólo esperaban con demasía que todo ese tiempo fuese el necesario para por fin hablar de una forma civilizada. Sin gritos, ni llanto, ni corazones rotos.
Tomaron asiento cada quien en su lugar y Jungkook admiró el cambio tan notable en el rostro del Omega; había madurado, ahora llevaba un poco de maquillaje y se veía feliz, como si una ráfaga de viento hubiese elevado consigo aquella parte de él que le había metido dentro de una burbuja de tristeza.
—Veo que ahora las cosas están yendo cada vez mejor... ¿Eres feliz ahora? —Jungkook inició.
—Sí, yo... Tardé un poco, pero por fin puedo decir que tengo una vida feliz. Aunque todo esto de tener a un Reino entero sobre mis hombros es algo agotador, pero estoy bien, JiHyun está bien.
Y cuando se miraron por una segunda vez, supieron tal vez al instante que había llegado el momento. Y Jungkook atinó al colocar su mano sobre la del menor, quien afortunadamente no se alejó.
—¿Y estás listo?
—Yo... —Suspiró— No lo sé, Jungkook. Tantas cosas han cambiado que...
—Pero tus sentimientos no, ¿Cierto? Los míos siguen intactos.
—No me refiero a mis sentimientos, me refiero a mi yo de ahora... JiHyun ha comenzado a preguntar acerca de si algún día seguiremos juntos, o cuando será que los dos estaremos al mismo tiempo para él, me preguntó también acerca de tener un hermanito... Y de repente recordé el aborto espontáneo y...
—¿Aborto espontáneo? ¿De qué hablas?
Había metido la pata, y muy hondo. Pero no le había quedado más opción que comenzar a explicarle, y por cada palabra que salía de su boca el rostro sonriente del Alfa comenzó a desfigurarse terminando en unas lágrimas escapando por sus ojos y sus cejas inclinándose para arriba.
Comenzó a hipar, y tan sólo las caricias del menor en su espalda habían sido suficientes para calmarlo tan sólo un poco.—Pudimos haber tenido un cachorro entre los dos... ¿No es así?
—Eso sólo lo habría vuelto peor, Koo. Yo tendría que haber pasado por todo un proceso para el que no estaba listo y ese bebé no habría crecido de una forma sana, y hoy en día pienso en ello como que lo que pasó fue lo correcto.
—Sí, tú... Ambos tuvimos tiempo para sanar, no podría haberte dejado toda esa responsabilidad, ni yo habría sido capaz de sobrellevarlo. Eres muy valiente, Minnie.
Jimin sólo sonrió.
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Crown; 국민
FanficEn un lugar más allá del bosque oscuro hay un reino llamado Spiraea. JiMin, su heredero, ha sido educado durante toda su vida para algún día ser un Omega digno de un Alfa para su reino. Jeon JungKook, por otro lado, es un Alfa bastardo del reino vec...