¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
- Shinazugawa, espérame - El azabache iba caminando detrás de Sanemi, como queriendo alcanzarlo pero al mismo tiempo sin ganas de hacerlo. Al contrario, el otro iba rápido, intentando perder a Tomioka.
- Ahg, ¡¿Qué mierda quieres?! -
- ¡Que me esperes! La misión es de ambos, no solo tuya! -
Un tic se apoderó del ojo derecho del albino, que alguien le diera paciencia, porque con un poco de de fuerza iba a ahorcar ahí mismo a Giyuu.
- ¡ESO YA LO SÉ, CARAJO, NO TIENES QUE RECORDARMELO! -
Ambos se quedaron callados un rato. Un silencio incómodo, pero que de todas formas ninguno planeaba romper.
- ¿Te molesta ir conmigo? -
“Ay, cállate ya!” el más alto pensó mientras masajeaba con dos dedos el puente de su nariz.
- No tendría problemas si dejaras tu maldita boca cerrada -
- ¿Tienes algún problema conmigo? - En estos momentos es en los que Sanemi se preguntaba: ¿Porqué mierda Tomioka es tan molesto?, ¿Acaso le hacía tantas preguntas solo para molestarlo?, ¿Podría decapitarlo sin que Oyakata-Sama lo castigara de alguna u otra forma?
- ¿Quieres que te diga cuál es tu estúpido problema? - Ambas miradas Tanzanita chocaron entre sí sin intención alguna - Eres tan jodidamente molesto pero lindo que nadie a excepción de Kochou se molesta en mandarte al carajo -
- ¡AY, VETE AL CARAJO! - Sanemi le lanzó su espada con todo y funda a Giyuu a la cabeza y dándole en la frente para después seguir caminando molesto y con su rostro rojo, cosa que Tomioka no notó. Este último se limitó a recoger la espada del viento
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
