❣︎【Ｓａｎｅｇｉｙｕ- Ｄｒａｂｂｌｅｓ】❣︎

𝚇𝙸

[Modern AU]

Últimamente la convivencia entre el matrimonio Shinazugawa-Tomioka era algo complicada, no porque no quisiesen, al contrario, era porque no se les permitía. Sanemi era abogado, trabajaba de día. Giyuu era médico forense, trabajaba de noche. Solo podían verse en las madrugadas y en los domingos (y si Sanemi tenía suerte, los sábados también)

A veces fantaseaban con la idea de haber estudiado carreras más similares para poder verse con más frecuencia y con situaciones favorables, no porque algún familiar del cliente del albino había sido asesinado y había sido el azabache quien realizó la necropsia... Les gustaba verse así, obvio, pero su moralidad no les dejaba admitirlo.

│ 🍡 ะ⸙;; ⭟❛⁰⁰¹ .... ʙᴇ ᴍʏ ᴘяɪɴᴄᴇ ....
└────────────────╮

Sábado por la mañana, 6:45 AM. Se le haría tarde al albino si Giyuu no conseguía despertarlo. Cosa que era difícil pues ni siquiera él estaba 100% despierto, considerando que le puso azúcar a la comida en lugar de sal...

— Nemi, vamos, despierta — dijo el, supuestamente, mayor de los dos. Este lo ignoró, Tomioka volvió a Formular su frase.

— No quiero — A veces parecía niño pequeño, decía Tomioka.

— Se que no quieres, pero debes levantarte — Al parecer el albino se había vuelto un experto en ignorar a la gente, esto había sido notado por el contrario pues sabía perfectamente que su esposo estaba despierto. No era, se hacía — Tomioka Sanemi, despierta ya — la manta que cubría el cuerpo de Sanemi fue arrebatada con la esperanza de hacerlo reaccionar mínimamente.

Aunque por otro lado, Sanemi solo le dió la espalda a Giyuu. No dirigiéndole la mirada, pero al menos sí la palabra — ¿Tomioka Sanemi? Creí que era "Shinazugawa Giyuu" — dios, ¿En serio se preocupaba por eso?

Estando a nada de ir por un balde de agua fría para lanzarle encima a su esposo; Tomioka fue tomado y jalado de la muñeca cayendo sobre el colchón a un lado de Shinazugawa, este no tardó mucho en rodearlo con sus brazos para mantenerlo a su lado.

— Hoy si que hace frío, eh? No me dirán nada por faltar hoy. Y prefiero quedarme a tu lado — Sanemi besó brevemente la frente de Giyuu aún continuando el abrazo, este fue correspondido, siendo seguido de un beso en los labios. Totalmente puro y lleno de amor.

— Si tú lo dices... — Giyuu estiró levemente su brazo para alcanzar la manta y así taparlos a ambos. Siguieron besándose por un rato. Con la pierna del azabache descansando sobre la cadera del albino y este acariciando y acomodando ocasionalmente los mechones negro-azulados. Eran realmente felices en los momentos como esos, en los que no existían nadie más aparte de ellos dos; en los que podían hacer y decir lo que quisiesen; no había expedientes que revisar ni muertos que cortar, solo había besos y caricias.

La sensación les duraría todo lo que quisieran, si su perro no hubiese roto algo y ellos tuvieran que ir a ver si estaba bien, claro está.