Pesadillas [BakuKami KiriKami]

I. Otoño: Profecía de la Desgracia

El otoño es una época de cambios, el inicio de la agonía moribunda de la vida, hojas se caen, tierra se seca, animales se esconden. El otoño es el mal augurio de la muerte ya conocida.

______________________

Era pleno otoño, se terminaba de cosechar las últimas frutas y verduras de la temporada. Luego tendrían que trabajar la tierra para las nuevas siembras qué se realizaban por esas fechas, las plantas que crecían por el subsuelo en invierno y florecían finalmente a fines de este o en la primavera. Prepararse para el invierno nunca es fácil, aun cuando ya se tenía años de experiencia, jamás es fácil.

De igual manera en la cosecha de estos alimentos todos se veían de buen humor al parecer, claro, sabiendo lo que vendría aquella misma noche: un pequeño festival de la cosecha, con bailes, música, entretención, todo eso en la plaza central del Principado. Incluso algunos vecinos de pueblos aledaños y comerciantes aprovechaban este día para poder divertirse un poco o vender sus mercancías.

El Principado completo se preparaba para el gran festival, desde los niños listos para participar a estos tradicionales juegos dedicados solamente a ellos, los locatarios de tabernas y bares para servir y dar de comer hasta altas horas de la noche –se habían abastecido para tamaño público- hasta caer rendidos por el alcohol, músicos con sus instrumentos y aclarando sus gargantas dispuestos a animar la celebración y a la gente. Después de todo, es un gran evento.

Incluso la Iglesia aporta en esos momentos de ocio –que quizás algunos más extremistas consideraran impuro y llevado a las pasiones- bendiciendo los banquetes, agradeciendo a nuestro Dios que es padre, hijo y espíritu santo por el apoyo y el interceder divinamente para el bien de los cultivos, como todos los años.

En el castillo no era muy diferente, también existían todos estos preparativos, habría un banquete con todos los nobles de la zona que habían sido invitados por el deslumbrante príncipe Shōto, de la dinastía Todoroki, cuarto en la línea de sucesión de lo que verdaderamente era el reino más grande al que pertenecía el Principado, un Reino en potencia de poder conformar un gran imperio algún día gracias a las acciones del Rey Enji Todoroki.

Por los pasillos, la princesa consorte se aseguraba que todo fuera al pie de la letra, tal y como lo había ordenado.

Esta, como muchas otras, es de las reuniones sociales en las que tenía la oportunidad de lucirse y demostrar la extravagancia, riqueza, poder y posición para con los demás invitados. La princesa consorte Momo Yauyoruzo además de inteligente y buena cumplidora de su papel iba a la par en cuanto a belleza, siendo digna esposa del príncipe Todoroki.

-Todos los músicos ya están en su lugar, la comida preparándose en la cocina, la mesa ya puesta, el gran salón dispuesto, tronos relucientes, los invitados están por llegar –enumerando todo lo que tenía en su lista mental para que la celebración de la cosecha sea esplendida.- y-

-Y –entonces su dama de compañía, quien iba unos cuantos pasos más atrás la interrumpe, posando además su mano con suavidad sobre el hombro de la noble de mayor rango.- usted aún no está vestida apropiadamente para recibirlos, mi señora. –aun así le sonríe con amabilidad y comprensión, después de todo ella fue su mano derecha en la organización.-

-Lady Hagakure –no puede evitar corresponderle a su sonrisa, esta siendo tan linda, una pena que no todos pudieran verla- tiene razón, pero aún queda bastante que supervisar, no he terminado de ver cada detalle.

-Ya me he encargado de ver cada por menor y durante la fiesta le tendré informada de que todo vaya bien. Un pequeño reporte cada cierto tiempo para la tranquilidad de mi señora.