Capítulo 21

10.1K 852 40
                                    

Mientras, la fiesta continúa con alegría.

La Reina finalmente llega para felicitarme.

Pero para mi sorpresa, Rachel también aparece, vestida como una estrella de cine.

- ¡Tu vientre es tan grande! Aún así estás tan hermosa. La maternidad te sienta bien. - Rachel tiene una cara de ternura en su rostro.

- Muchas gracias, y gracias por venir. - digo con una sonrisa.

- ¡Por supuesto! No me perdería el baby shower de mi mejor amiga. -

Al oír a Rachel declararse mi mejor amiga, Catalina se une a nosotras.

Pero antes de que pueda decir algo, Aiden aparece.

- ¿No llego demasiado tarde, verdad? - pregunta apenado.

- No, todo está bien. - digo con brusquedad.

 - ¿Pasa algo? -

- ¿Así que realmente no lo sabes? Pensé que unos días fuera te darían tiempo para pensar. - realmente me molesta que no entienda a lo que me refiero.

- Espera...¿Hice algo malo? -

- Sí, hiciste algo malo, y el hecho de que no sepas me enfada más. - doy un paso atrás para alejarme de él.

- ¿No me darás al menos un beso? No te he visto en días. -

Aiden da un paso adelante para intentar darme un beso, pero giro la cabeza para que no me toque los labios.

- Me hiciste daño cuando le dijiste a tu madre que no querías casarte conmigo. - digo mientras lo miro directamente a los ojos con enfado.

- ¿Que? No quise decir eso, no tenía nada que ver contigo. - exclama sorprendido.

 - Bueno, parecías bastante en contra de casarte conmigo. -

- Déjame mostrarte cuánto te amo, ven conmigo, quiero mostrarte algo. -

Me cubre los ojos con una venda blanca y me lleva a través del pasillo, puedo sentir que hemos entrado en una habitación.

Enciende las luces y me destapa los ojos con delicadeza.

- Es un...¡Cuarto de bebé! ¡Construiste uno para nuestro bebé! ¡Tiene de todo! Una cuna, un cambiador, animales de peluche para que nuestro hijo juegue con ellos. - las lágrimas se resbalan por mis mejillas, pero esta vez no son de tristeza, si no de un amor inmerso hacia Aiden.

- ¿Te gusta? - pregunta emocionado.

- ¿Estás bromeando? ¡Es perfecto! ¡Me encanta! - no puedo reprimirme las ganas de besarle y no dejarlo ir.

- Bueno, quiero que todo esté listo para cuando llegue nuestro niño o niña. - 

- Ahora entiendo porque esta puerta siempre estaba cerrada, y como he estado trabajando con una nueva colección en las oficinas, y pasaba tanto tiempo fuera, has aprovechado el momento. - mi risa se mezcla con las lágrimas.

- He tenido que ser astuto, aunque mi equipo lo ha hecho todo, yo estaba fuera, pero la idea de la decoración ha sido mía, no está mal para ser un hombre, ¿No? -

- Siento haberme comportado como una loca antes, eres el chico más dulce que he conocido jamás. - otro beso hace que no hagan falta más palabras.

Los dos nos perdonamos el uno al otro y charlamos un poco de nuestra experiencia estando separados, que para mi, se ha hecho bastante dura.

Pero unos gritos estallan en la sala.

- Será mejor que vayamos a ver qué está pasando. - dice Aiden preocupado por la procedencia de la voz.

El bebé de la RealezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora