Capítulo 22

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La Reina es la primera en felicitarme.

- ¡Esto es maravilloso! Prométeme que te casarás antes de que nazca el bebé. - dice con nerviosismo e impaciencia.

- No sé cuando será la boda, pero lo decidiremos juntos. - digo intentando una falsa sonrisa, para que se calle.

- Leah, esto es importante para tu hijo y su título, es importante que te cases antes de que nazca el niño. - intenta convencerme.

Pero no me quiero casar en estas condiciones, quiero tener una boda normal, sin miedo a romper aguas en ese momento, ni tener que tener cuidado de qué comidas y bebidas puedo consumir.

Habrá tiempo de casarse y estoy segura de que será la boda real más bonita del mundo, aunque eso suene a tópico.

Supongo que todas las novias piensan igual sobre sus bodas, lo contrario me sorprendería.

- ¡Mamá! ¡Deja que decidan por su cuenta, es su vida! - Harry parece molesto por la insistencia de su madre.

- ¡Nadie te preguntó, Harry! - la Reina le mira con auténtico asco.

- ¡No le grites! - Aiden defiende a su hermano mayor.

- ¡No puedo lidiar con esto! ¡Me voy de aquí! -

La Reina se va furiosa mientras todos los demás me abrazan y me felicitan.

Excepto por Catalina, que no la veo en ningún lugar.

¿Adónde fue Catalina? ¿Por qué se fue?

Ya han pasado unos días desde ese baby shower lleno de emociones y sorpresas inesperadas.

Mi fecha de parto de acerca rápidamente, pero aunque sea un motivo más que suficiente como para asustarme, la que me preocupa especialmente ahora, es Catalina.

Es un día lluvioso, en el que Aiden está ocupado con el trabajo, como de costumbre, así que Harry me hace compañía.

Es realmente amable, y me anima en momentos en los que me entra el pánico pre parto.

También comprueba si Catalina ha respondido a mis mensajes.

Aquellos que le dejé esa noche en la que desapareció sin dar rastro de vida.

- ¿Estás realmente preocupada por tu amiga, eh? - pregunta Harry, mientras le da un sorbo a su té.

- No es propio de ella desaparecer así. Mi mente se está volviendo loca pensando en ello. - tengo miedo que le hubiera pasado algo esa noche. 

- Tal vez está atrapada en algo personal. - dice para intentar calmarme. - Vamos, necesitas una distracción, ¿Qué tal una película? Hay una comedia en el cine que sé que te animará. -

Dudo en si realmente quiero ir al cine en mi estado, pero el entusiasmo de Harry es contagioso.

- Tal vez tengas razón. Bien, me apunto a tu fabuloso plan de ir al cine juntos, déjame cambiarme rápidamente. -

Me levanto del sofá rápidamente y me voy a mi habitación, para escoger algo bonito y no muy vistoso para la ocasión.

Ya sabes, paparazzi, hermano del Príncipe de Inglaterra.

La gente puede ser muy oscura con tal de tener una exclusiva sobre la vida privada de alguien famoso.

¿Se podría interpretar como infidelidad si se mira desde ojos de los paparazis?

Abro mi armario y sin dudarlo escojo mi vestido naranja, que está por estrenar.

Es semi largo, con espacio para mi vientre a casi de reventar y al no ser ajustado hace que pueda esconder a mi bebé.

El bebé de la RealezaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora