Las barbacoas en casa del jefe me encantan desde siempre, pero después de dos meses viéndome a escondidas con Joy, creo que me acabaré volviendo loco si tengo que seguir fingiendo que no hay nada entre nosotros. Sé que solo son unas horas, pero me sabe mal tener que fingir delante de todos. Sobre todo porque no se trata únicamente de esconderlo, sino de que estoy mintiendo a los muchachos cada día de cada semana, desde hace meses. No creo que pueda soportarlo mucho más tiempo, incluso si me preocupa lo que el jefe pueda pensar de mí.
Aunque en realidad, no me atreví a dar el paso todavía, porque Hank estuvo bastante disgustado por la decisión de Joy en cuanto a ser policía y no quería añadir más preocupaciones a lo que ya estaba pasando. Pero tampoco me gusta que Joy, después de la charla que tuvieron sobre ocultarle las cosas a su padre cuando le contó la verdad sobre su trabajo, tenga que mentirle de nuevo por mi culpa. No es justo para nadie. Y por eso, ahora que estamos a punto de salir fuera del país, necesito aclararlo todo. No quiero que haya secretos entre nosotros mientras estamos en un país conflictivo.
-Tengo algo que anunciar -les digo, una vez los tengo a todos en el jardín de la casa del jefe. Bueno, no a todos, porque Hank será el último en enterarse-. Es necesario que todos, y digo todos, tengáis una mente abierta, porque esto os podrá descolocar un poco. Algunos ya lo sabéis y otros tal vez lo hayáis intuido en alguna ocasión, pero...
-Joder, joder, joder -dice Joy, solo para darle más emoción al asunto- ¡¡¡Eres gay!!!
-Eso sí que sería una novedad -ríe DK.
-Tanto tiempo callándolo -Loman se lleva una mano al corazón.
-Con razón insistías en que todos te amábamos -dice Harper-. Estabas reclamando nuestra atención porque no sabías cómo decirlo.
-Qué fuerte -añade mi hermana-. Y pensar que me lo has estado ocultando todo este tiempo. Serás capullo.
-Estoy enamorado de Joy -les digo, para callar todas las bocas. Podría haberles seguido el juego, pero en este momento necesito sacarlo fuera de una maldita vez, porque no quiero seguir viéndome a escondidas con ella.
-Y yo de él -Joy se sitúa a mi lado y rodea mi brazo con los suyos, al tiempo que apoya la cabeza en mi hombro. En este momento no puedo sentirme más feliz. Aunque todavía falta decírselo al más interesado en saberlo.
-Necesitamos de vuestra ayuda para contárselo al jefe porque no quiero seguir escondiendo lo que siento por ella y... -continúo hablando, pero a medida que lo hago, veo sus caras de preocupación y empiezo a intuir cuál es el problema-. Está detrás de mí, ¿verdad?
-Papá -Joy se abraza a él y yo casi no puedo ni moverme. Estoy cagado de miedo. Creo que las pelotas se me han puesto de corbata, así que si quiere cortármelas, no le resultará tan fácil porque no las encontrará en su lugar-. Sé que no...
-¿Desde cuándo? -es lo único que pregunta. Está tan serio, que no sé cómo interpretarlo.
-Desde hace demasiado -le confieso, aunque no sé si pregunta por el tiempo que llevamos viéndonos a escondidas o que estamos enamorados-. He intentado olvidarme de ella porque era demasiado joven y... y tu hija, jefe. Pero Joy no es fácil de ignorar. Cuando se te mete en el pecho, es imposible sacarla de ahí.
-Papá -Joy intenta ayudarme-, si lo que te preocupa es que haya pasado algo entre nosotros antes de que yo tuviese edad para...
-Me consta que Fisher no me ofendería de ese modo, Joy -la detiene, alzando la mano, pero sin dejar de mirarme en ningún momento-. No es eso lo que me molesta.
-Jefe, nunca haría nada que te ofendiese -insisto. Ahora mismo estoy odiando a mis compañeros porque veo que están disfrutando demasiado de este momento.

ESTÁS LEYENDO
Joy (Saga SEAL 8)
AcciónEl suyo ha sido un amor forjado durante años, en silencio y disfrazándolo de amistad, porque para ambos, es un amor prohibido, inalcanzable. Ella es menor de edad y la hija de su jefe. Él es el subordinado de su padre, doce años mayor que ella. Ambo...