-¿Por qué ella? No lo entiendo. ¿Qué tiene ya que ver con todo eso?
Las últimas semanas del despliegue no se nos permitió comunicarnos con nadie, así que cuando llegamos a Estados Unidos, no tenía ni idea de que me encontraría una nota de Joy en casa explicándome con prisas que se marchaba a Finlandia y que esperaba regresar antes de que yo volviese del extranjero. Está claro que no ha sido así, por lo que ahora estoy en casa de Hank, intentando aclarar un poco más el asunto.
-Por su relación con Anton -me explica.
-Relación que ya no existe -le recuerdo, sin dejarle terminar-. Para empezar, ella ni siquiera debería haber sabido que estaba en el programa de protección a testigos. Se supone que esas cosas han de ser un secreto y ese tío se ha dedicado a pregonarlo por ahí. Se ha buscado los problemas él solito y ahora quieren que Joy lo solucione.
-Estoy de acuerdo contigo, Fisher, pero el muchacho ha desaparecido y necesitan encontrarlo lo más rápido posible para que no le pase nada.
-¿Por qué los SWAT? ¿Qué tiene ese tío que ver con América?
-Pidió asilo aquí a cambio de información sobre su padre.
-Y ahora Joy se ha metido de cabeza en la boca del lobo para intentar salvar a un tipo que no ha sabido mantener su propia boca cerrada.
-Puede que Joy aceptase por Anton, pero en el fondo, lo que más la motiva es colaborar con los SWAT.
Guardo silencio durante un instante, pensando en ello. Sé que Hank tiene razón, pero todo este asunto me da muy mala espina, y no tiene nada que ver con que Joy haya ido a ayudar a su ex. Nunca me ha gustado Anton, y ahora que sé lo que está pasando, lo quiero tan lejos de mi novia como sea posible. No me preocupa que pueda querer volver con ella, pues estoy muy seguro de nuestra relación, pero sé que Anton le traerá problemas. Joy es incapaz de abandonar a alguien en apuros, así que se lo tomará como algo personal. Sé que no volverá hasta que den con él.
-Supongo que tienes razón -me levanto con un plan ya en mente-. Te dejo, jefe. Sé que me has echado de menos, pero no quiero que el resto del equipo se cele por haber sido el primero al que recibes.
-Guardaremos el secreto -Hank sonríe, aunque creo que no lo he engañado ni un poquito.
-Nos vemos -me despido de él, pero cuando ya estoy saliendo por la puerta, me hace saber que no soy tan bueno como creía despistándolo.
-Tráela de vuelta, hijo.
-Lo haré -le prometo.
No pretendía decirle nada a los muchachos, pero hemos quedado en el Groovy's y no quiero faltar a la cita, así que nada más verme, saben que planeo algo. Les cuento lo poco que sé del asunto y DK se ofrece a conseguirme un vuelo directo para esta misma noche.
-Podemos ir contigo, si quieres -se apunta Loman.
-No -niego-. Ya habéis estado más que suficiente lejos de casa. Además, no creo que pase mucho tiempo allí. Si Joy solo ha ido para hablar con sus antiguos compañeros, dudo que necesite más de un par de días para eso.
-Pero lleva casi una semana -constata Harper.
-Y por eso -la señalo- sé que ha querido quedarse para ayudar a los SWAT.
-Pero la traerás de vuelta -aventura DK.
-O me quedaré con ella para asegurarme de que no se mete en líos innecesarios -tampoco quiero que pierda la oportunidad de colaborar con los SWAT, cuando sé que ese es su sueño.
-Di más bien que te meterás en líos innecesarios con ella -ríe Loman.
-Todo es posible -sonrío-. Pero ahora mismo me interesa más verla para comprobar que está bien. El jefe no ha tenido noticias suyas desde que llegó a Finlandia y la excusa del teléfono que no funciona, no me sirve. De querer hablar con él, lo habría hecho.
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Joy (Saga SEAL 8)
AçãoEl suyo ha sido un amor forjado durante años, en silencio y disfrazándolo de amistad, porque para ambos, es un amor prohibido, inalcanzable. Ella es menor de edad y la hija de su jefe. Él es el subordinado de su padre, doce años mayor que ella. Ambo...