Invierno 2/5

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Observo fijamente la llama que iluminaba el lugar, tal vez era de madrugada no lo sabia realmente, debería de estar descansando pero no podia conciliar el sueño. Habia explorado aquella cabaña, cada rincón, cada objeto y espacio fue revisado por el peliverde. Temia que el rubio cenizo le encontrara husmeando de más el lugar pero al final nadie apareció.

"Él ahora vive con Tsuyu"

Recordó lo que habia dicho el pelirojo, lo más seguro era que el rubio cenizo no se acercaría a esa cabaña. Estaba con su esposa, habia abandonado este lugar para ir con su mujer. Eso era algo bueno, entonces... por qué no lo sentía así?

—Maldita sea, Imbecil de Kirishima, tener que cuidar de ese bastardo— refunfuño abriendo de golpe la puerta para luego cerrar está con fuerza.

Escuchó como seguía maldiciendo para luego verle tropezar mientras avanzaba.

—...mm... quién pidió tu ayuda... Deku?— preguntó malhumorado mientras el peliverde le ayudaba a caminar.

Izuku al ver que el otro no se oponía, decidió seguir el paso. La impresión seguia presente en el peliverde, no esperaba la llegada del jarl. Qué hacía ahí? Si bien era su cabaña, por qué no ir con su esposa? Tenia muchas dudas pero más importante, por qué estaba en ese estado? Tanto habia tomado? Por qué, celebraban algo? La llegada del invierno tal vez? Si era alguna de sus tradiciones? No sabia mucho realmente por lo cual no podia descartar nada.

—Deja de hacer eso bastardo— exigió una vez llegaron a la cama —Realmente eres alguien fastidioso...— aseguró dejándose caer en las cálidas pieles y la acolchada superficie.

Ahora lo habia enojado? Qué hacía? Kirishima le habia dicho que no debia de buscar problemas, mucho menos meterse con el jarl, y él que hacía? Hacia todo lo que le habían dicho que evitara!

—Te dije... — tomó del brazo al peliverde para que este cayera sobre el cuerpo contrario —...que dejarás de hacer eso—

Para él, todo se detuvo, su mente dejo de funcionar, toda duda desapareció, inconscientemente sostuvo la respiración. Tener al jarl tan cerca... era peligroso, lo sabia pero, él era...

—Deja dé divagar, pareces un loco murmurando cosas—

Entonces eso era? Cuando decía que dejara de hacer eso, a eso se refería? Tenia sentido, era usual que hablara, mejor dicho, murmurara sobre sus propios pensamientos. Se habia dejado llevar, debia de corregir aquel hábito.

—Duerme— ordeno mientras movía con facilidad el otro cuerpo a su lado para finalmente abrazarlo.

Izuku trato de alegar, podia dormir en otra parte! No queria estar con aquel rubio cenizo, peor en aquella posición.

—...viviré aquí contigo— murmuró el rubio cenizo cayendo ante el sueño —solo por el invierno— aseguro antes de caer ante los brazos de morfeo.

Al sentir la calmada respiración del otro, el peliverde se permitió mirar hacia atrás.

Habian muchas cosas hermosas en el mundo, lo sabia, lo sabia muy bien...

—No es justo— admitió débilmente el peliverde dándose la vuelta —...cómo alguien puede ser tan atractivo?—

Habia comprobado que el otro estuviera totalmente dormido. Paso sus yemas sobre el rostro contrario, se deleito ante las facciones contrarias. Lo habia dicho antes sí pero el jarl era realmente atractivo.

—Esto debe de ser un sueño— aseguro el peliverde abrazando al otro —...esta borracho, es solo por eso, él tiene esposa— se recordó nuevamente.

El lugar en donde terminéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora