El noble ahora es un barbaro

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Hace mucho que no actualizo, no?

Realmente les pido una disculpa por la tardanza, los últimos meses del 2022 fueron...  creo que fueron demasiado para mí. Tenemos nuestros días buenos y malos y me tocó vivir una temporada mala.

Pero me alegra estar nuevamente escribiendo para ustds. Espero seguir con su apoyo y una vez más me disculpo por la tardanza.

Espero disfruten del capitulo n.n

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Se desplazaron a otra sala y el primero en entrar fue el peliverde, sentado en medio estaba la azabache con quien había llegado.

—Yaoyorozu-san—

La azabache se levanta y asintió —Envíe un pequeño grupo a la frontera de Ulluts, me informaron que en su camino hay un grupo no reconocido aproximándose a la frontera— explicó sería —Temo que se trate de algún bando enemigo, el grupo que envíe no llegó a la frontera ya que especularon que estaban esperando refuerzos los otros—

—¿Qué los llevo a pensar eso?—

—Según me informaron, estaban haciendo tiempo. Y por sus acciones se piensa que están preparandose para una confrontación—

No era bueno, no era nada bueno.

—FatGum-san— el corpulento rubio asintió al llamado —¿Cuánto nos tardaríamos para partir hacia la frontera?—

—En cuanto de la orden—

—Prepárense— ordenó observando a la azabache y al corpulento rubio —Partiremos ahora—

Solo asintieron y ambos se pusieron en marcha.

—¿Por qué tanta urgencia?—

El peliverde observo al bicolor curioso —Se que lo mejor sería quedarme y tomar la capital de Novbarum—

—¿Pero...?—

El peliverde negó, el rubio cenizo se dirigía a la frontera con Ulluts. Sabía que el grupo enemigo no sería contrincante para él.

—Aún así... no debe de distraerse con pequeñeces—

El bicolor observo al otro con duda, no preguntaría más pero de algo estaba seguro.

—Será mejor ir avanzando—

—...¿a que te refieres?—

El bicolor lo observo sin expresiones —Iré contigo—

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—Todoroki-kun—

—Ya hemos avanzado bastante, regresar sería una pérdida de tiempo—

No fue capaz de convencer al bicolor de marcharse, el corpulento rubio había insistido en obligarlo pero el peliverde ordenó dejarlo hacer lo que quisiera. Siempre y cuando no se interpusieron en el camino.

El lugar en donde terminéDonde viven las historias. Descúbrelo ahora