—Más fuerte, siente cada golpe Izuku! No dudes, mantente firme!—
Sus manos dolían, las llagas sobre sus palmas ardían. Necesitaba recuperar el aliento, sentía la fuerza desvanecerse de sus brazos pero debia de hacer un esfuerzo.
—Es suficiente—
Soltó con brusquedad la lanza, su cuerpo cayó al dar por finalizada aquella lección. Respiro con fuerza, tan cansado, realmente estaba cansado.
—Buen trabajo Izuku— palmeo la espalda de este con una pequeña sonrisa —A este paso, cuando Katsuki regrese, podrás acompañarlo—
Podía aguantar el dolor, podia hacerlo, aunque habían momentos en donde deseaba abandonar todo... saber que pronto acompañaría al rubio cenizo le daba el suficiente valor para seguir.
Al caer, solo queda levantarse nuevamente
—...gracias Mitsuki-san—
Habían pasado un par de días desde que el rubio cenizo habia partido. No le gustó ser dejado pero... debia de aceptar que era mejor no ir. No conocía a los otros jarls, solo sabía ciertas cosas, rumores, comentarios que Aizawa y All might alguna vez le comentaron.
"Son personas despiadadas, bestias que solo traen caos" no podia juzgarlos con solo saber aquello. Bakugou era distinto, además era el que los dirigía. Debían de ser... buenos, no?
—Ve a descansar, recuerda que ella irá a verte por la noche— recordó mientras le pasaba una argolla con varias llaves colgando —Después de todo el jarl cuenta contigo—
El peliverde solo asintió con vergüenza, tomo aquellas llaves para luego colgarlas en su cinturón. Se despidió de la femina para ir a descansar.
Cada paso era acompañado de aquel tintineo, y con ello, las miradas orgullosas y felices del pueblo. Cuando Bakugou partió y le dejó aquellas llaves... nunca pensó en que aquel acto significaría algo tan grande. Su cara se sonrojó levemente al recordar su significado.
—Es un símbolo de autoridad!— anunció el pelirojo antes de partir —Cuida bien de ellas, sabrás de lo que hablo una vez te enteres—
Pero el peliverde no entendía. Solo eran unas simples llaves.
—Bakugou en serio...— murmuró una pelirosa frustrada —Escucha Midoriya— pidió en susurros una vez el jarl había montado su caballo y empezó a avanzar —Kirishima tiene razón, cuando el jarl no está entonces cede su poder a su familia o en este caso... a su pareja— murmuró con una gran sonrisa.
Recibió una palmada en su hombro para luego verlos partir. Cuando su cerebro proceso por completo aquello, su cara enrojecio y aprecio aquella sonrisa arrogante del jarl antes de que estos se perdieran en el camino.
Sonrió levemente, su pareja, entonces ellos eran... no, había decidido esperar a que Bakugou regresara para hablar de ello.
—Midoriya, acabas de terminar con Mitsuki-san?—
El peliverde se detuvo y asintio tratando de ocultar su incomodidad, la azabache le comento que llegaría a su cabaña más tarde para decidir las labores del siguiente día.
El peliverde una vez más siguió su andar agradeciendo haberlo dejado solo, jamás imagino que... Tsuyu, era quien administraba las labores en el pueblo, no sabia que debía de coordinarse con ella para decidir que haría el pueblo cada día. La azabache era excelente en su trabajo pero...
ESTÁS LEYENDO
El lugar en donde terminé
FanfictionNacidos en lugares distintos, creciendo en dos culturas distintas. Dos jóvenes comenzarán su cruzada sin saber lo que el destino les depara. Ambos aprenderan del otro, conociendo cosas nuevas juntos. Pero antes de llegar a poder convivir entre ello...