El precio de una boda

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El precio de una boda

Chris estaba felizmente comprometido con Jamie. Una chica ideal para él, esbelta, ojos verdes, sonrisa radiante y cabello café. Todo el mundo la quería, se ganaba a la gente solo por su simpatía. El amor de ellos dos era sin duda un milagro de Dios. Se conocieron en el hospital Santa Marina, un lugar inusual para empezar un romance. Jamie tras sufrir un accidente de auto perdió mucha sangre y necesitaba con urgencia un donante. Chris fue su única esperanza, el chico rezaba día y noche para no perder a la muchacha, de quién se había enamorado por su gran belleza.

La mayoría de las personas no creen en el amor a primera vista, pero lo de Chris y Jamie fue algo inexplicable, incluso hay gente que opina que fueron hechizados por cupido, el ángel del amor. La noticia de su boda causó un gran revuelo en toda la ciudad. La lista de invitados era extensa.

Jamie le hacía tanta ilusión su vestido de bodas, pasaba día y noche imaginándoselo. Por su parte, Chris no quería esperar más para llegar al altar.

Una noche gélida, Chris y Jamie salieron a un restaurante elegante y bello, el muchacho pasó semanas trabajando para poder pagarle la cena. Los ojos de los hombres paraban para ver a la chica, de vez en cuando los celos de Chris se disparaban, pero se calmaba porque sabía que su amor era suficiente. Jamie se levantó de la mesa y fue al tocador, dejando solo a Chris.

Un hombre corpulento, con gesto serio y adinerado, se sentó justo en el lugar en donde hace unos momentos estaba sentada la muchacha. Chris empezó a alarmarse, no conocía a tal hombre y mucho menos lo había visto en su vida.

—¿Se le perdió algo? —dijo el muchacho furioso.

—Hola, Chris. Tienes que escucharme, tengo una propuesta que hacerte —contestó el hombre adoptando la misma pose despreocupada.

—Adelante —añadió Chris tratando de averiguar de que se trataba.

—Sé que eres un hombre con problemas económicos, yo también los tuve y entiendo la desesperación que se sufre. Pronto te casarás, quieres darle una gran vida a tu mujer y ocupas dinero. Soy una persona con más bienes de los que necesito, me sobra efectivo. Te daré un millón de pesos a cambio de una noche con la chica.

—No —dijo Chris alzando la voz.

"Este hombre es un patán" pensó, como es posible semejante atrocidad, Chris inmediatamente lo corrió de la mesa.

—Piénsala bien, te hará falta. —El hombre dejo una tarjeta de presentación arriba del plato y se fue burlándose de la reacción de Chris.

Chris tomó la tarjeta, aunque quiso tirarla, por alguna extraña razón no lo hizo. Jamie volvió del baño y en toda la velada el chico no mencionó nada sobre la propuesta. A veces se la planteaba, pero la idea lo hacía estremecer. El jamás dejaría a su Jamie en manos de aquel cretino.

Las semanas pasaron, cada vez se acercaba más la boda y los gastos incrementaban. Chris estaba a punto de volverse loco con tanta deuda. El salón, comida, banda, vestidos, trajes, copas, entre otras cosas. Sus finanzas iban decayendo, la quincena ya no le era suficiente. Constantemente escuchaba en su cabeza la voz de aquel hombre "Un millón de pesos". De vez en cuando fantaseaba con que ese dinero era suyo. La tarjeta de presentación lucía tentadora en su buro de noche. La presión acabaría con su vida.

Un día Chris llegó del trabajo, cansado por el sueldo que recibía y frustrado de tener sus cuentas bancarias vacías. Lo único que le hacía ilusión era casarse con Jamie. Se recostó en su cama, a pocos metros de él se encontraba el número de celular del hombre adinerado. "Vamos, Chris, así podrás pagar la boda" se convencía a sí mismo, no lo quería hacer, sin embargo, si lo pensaba bien era lo mejor para los dos. Jamie tendría la boda con la que siempre soñó y el saldría de las deudas. Tomo su teléfono y llamó.

—Hola —dijo un hombre con el mismo tono de voz que el del restaurante—. ¿Chris? ¿Eres tú?

Chris se rehusaba, pero no tenía otra alternativa.

—Si, soy yo, acepto.

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¡Hola! espero les haya gustado el relato, recuerden que al final van a votar por su favorito para publicarlo como novela. Me ayudarían mucho compartiendo y comentando mi historia, saludos.

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