todo empezó cuando la conoció de pequeño. lo atrajeron las margaritas y la personalidad de aquella niña, de aquella reina en proceso.
cuando la preadolescencia llegó, michael no podía sacarla de su cabeza. la seguía cuando veía que val salía de su casa. y ella nunca se había enterado.
pero nada, superaba hasta ahora lo que hizo a sus deciséis años.
supo por su madre, que era gran amiga de la de val, que ella y su marido no estarían en casa durante el fin de semana. val estaría sola porque ya la consideraban madura. michael esperó a que fueran las tres de la madrugada, y fue hasta su casa. trepó la ventana que daba hasta su cuarto, y la vio durmiendo. el tenía pensado observarla desde la ventana, pero notó que estaba abierta.
y entró.
se sentó al borde de la cama y la observó. sus pestañas, sus parpados, su pecho subiendo y bajando a causa de la respiración. acarició su cabello.
"eres hermosa" susurró. "y algún día serás mía".
val comenzó a retorcerse y michael supo que era hora de irse.
mantuvo distancia un tiempo, pero luego del verano, volvió a verla y todos esos extraños pensamientos volvieron.
y ahora, su único objetivo, era hacerla suya.
tomó coraje y empezó a mandar pequeñas notas.
pero las obsesiones, nunca terminan en algo bueno.