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—debemos rastrear la llamada, ¡deprisa, muchachos!

—¿papá?

—¿calum, qué haces aquí?

—olvidaste tu cena.

—gracias, hijo. déjala por ahí.

—señor hood, pantalla dos. compañía del celular. primer satélite, conectado. 

—bien, así. así.

—segundo satélite, conectado. el tercero siempre tarda más.

—debemos darnos prisa.

—¿qué está sucediendo? —preguntó calum.

—nada que tengas que saber, cal. mantente lejos de todo esto. 

—ya conectaron los tres satélites. procesando llamada... ¡lo tenemos!

—reprodúzcanla. 

"—hola, policía.

—oficial, oficial por favor, me secuestraron ayer por la tarde, dios necesito ayuda, no sé donde estoy, yo...

—val, cariño. ¡te traje chocolat...! ¡¿que crees que haces?!"

—bien, bien...

—un segundo... —dijo calum.

—¿qué sucede?

—¿puedo escucharla una vez más?

—¿para qué?

—por favor, papá.

—de acuerdo. chicos, porfavor. reprodúzcanla.

"—hola, policía.

—oficial, oficial por favor, me secuestraron ayer por la tarde, dios necesito ayuda, no sé donde estoy, yo...

—val, cariño. ¡te traje chocolat...! ¡¿que crees que haces?!"

—¡rebobinen!

"—oficial, oficial por favor, me secuestraron ayer por la tarde, dios necesito ayuda, no sé donde estoy, yo..."

—¡papá! ¡papá, es val! ¡es ella, maldita sea!

"—val, cariño. ¡te traje chocolat...! ¡¿que crees que haces?!"

—y ese es... es michael clifford.

—¿cómo lo sabes tú, cal?

—ella me lo dijo —susurró más para él que para el resto. hizo una larga pausa—y no le creí, —frotó sus ojos  —dios santo, papá... no le creí —comenzó a llorar. —estará muerta esta misma noche si no la buscamos ya mismo.

padre e hijo se miraron.

—chad —dijo el señor hood por el teléfono. —inicia el operativo. prepara las patrullas, salimos en menos de cinco segundos.

querida val » michael cliffordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora