C8. El café de la verdad.

331 48 5
                                    


Los pasos de Christopher eran lentos. Su mirada apenas podía despegarse de los movimientos de Danna mientras ella arrullaba a Noah contra su pecho.

De su hora del día, la favorita era sin duda alguna cuando ella se sentaba sobre el colchón de su cama y dejaba al niño sobre su pecho para hacerlo dormir. La manera en la que Danna le cantaba en voz baja, la manera en la que besaba su cabeza y la manera en lo amaba era tan jodidamente perfecta. Danna era perfecta. Lo era sin duda alguna.

—¿Qué tanto me miras?—cuestionó ella sin mirarlo. Su vista seguía completamente fija en la cabeza de Noah que descansaba sobre su pecho.

—¿Cómo lo haces?—preguntó.

—¿Hacer qué…?

—Hacerlo dormir con tanta facilidad.—respondió.—La he visto a Josie tratar de conseguirlo pero parece ser una tarea realmente imposible.—Danna se rio en voz baja  y negó lentamente mirándolo fijamente.—En cambio tú…pareces conseguirlo sin esfuerzo alguno…

—Supongo que es el instinto maternal o algo así… ¿Crees que te reconozca…?—murmuró.

El castaño encaminando sus pasos hacia ella. Christopher tomó asiento a su lado y dejó un pequeño beso sobre su cabeza.—Estoy completamente seguro que lo hace.

—Christopher…

—¿Ajá…?

—Richard me reconoció…—anunció en voz baja, Christopher se separó de ella un breve momento para poder mirarla a los ojos descubriendo entonces que en los de Danna no había rastro alguno de miedo ni nada que se la pareciera, al contrario, por sorprendente que pareciese; ella parecía realmente aliviada y Christopher simplemente no sabía por qué.—La verdad es que no tengo ni idea de cómo lo consiguió pero lo hizo. Él me reconoció. Sabe que soy la misma Danna que él conoció. Sabe de mí y para serte honesta para mí saber que él lo sabía fue como una bendición…

—Una bendición…—repitió.

—Sí.—hizo una pausa.—Porque eso significa que es una persona menos a la que le miento…

Christopher dejó escapar un pequeño suspiro y llevó su mano derecha a la mejilla de Danna obsequiándole una pequeña caricia que la hizo estremecer. Joder que había extrañado poder tocarla. Había extrañado tenerla tan cerca. Había extrañado incluso su olor. Y tenerla ahí a escasos centímetros de él era sin lugar a dudas lo mejor que le había pasado en el último año de su vida.

—No estás mintiéndoles.—le recordó.

—Los dos sabemos que sí.—anunció ella.—Chris…sé que todo esto es demasiado complicado. Sé que quieres que me quede y también quiero quedarme; y sé que lo que te diré a continuación podría ser algo…cruel, por decirlo de alguna manera pero no creo que sea prudente que los dos nos creemos ilusiones o falsas expectativas sobre esto ¿no crees? Sería lo más sano.

—¿De verdad lo crees…?

Danna asintió.—Es que no quiero que si las cosas no salen como nosotros esperamos entonces terminemos sufriendo. Creo que ya tuvimos suficiente de eso ¿o te parece?

—Solo quiero que termine, Danna.—respondió sincero.—Solo quiero que termine y que todo esto no sea más que un recuerdo. Que vivamos con Noah, que comencemos de cero las veces que tengamos que hacerlo si al final de cuentas terminaremos juntos…

El corazón de Danna se agrietó un poco ante las palabras de Christopher. Era verdad, ella quería lo mismo pero no iba a decirlo en voz alta, ya había hecho suficiente porque sabía que si las cosas no salían como ambos esperaban entonces volverían a separarse y ciertamente ya no sabía si sería capaz de soportarlo una vez más. Pasar tiempo con Christopher y con Noah se había convertido en su actividad favorita los últimos días. ¿Cómo podría simplemente dejarlo y volver…?

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: May 12, 2021 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

EL RASTRO DE UN ÁNGEL (EBDUA #3)Where stories live. Discover now