La puerta se abrió lentamente.Danna se quedó de pie en completo silencio en el umbral de la habitación de Christopher. Él permanecía profundamente dormido encima de la cama con la mitad del cuerpo cubierto por el edredón. Al menos eso no había cambiado, pensó ella y una pequeña sonrisa se formó en sus labios al verlo descansando tan pacíficamente pareciendo el mismo Christopher con el que ella se había casado. El mismo Christopher del que se había enamorado.
Avanzó por el suelo alfombrado y se sentó a su lado sin dejar de mirarlo. ¡Dios, como lo había extrañado! Las lágrimas hicieron su camino por sus mejillas sin permiso alguno y llevó su mano a la mejilla del joven pero se detuvo de golpe unos milímetros antes.
No puedes tocarlo, Danna. Se recordó a sí misma. Si lo haces puedes hacerle daño.
Ancló sus ojos en el rostro de Christopher y sollozó en voz baja.—¿Quieres dormir conmigo…?—Danna se sobresaltó cuando él abrió sus ojos y la miró con fijeza. Se puso de pie en un salto y camino lejos de la cama.—Danna…—la llamó él mientras se incorporaba.
—Sabes bien que no podemos dormir juntos…
—No tenemos que tocarnos.—agregó. Danna volvió a mirarlo y él le sonrió débilmente.—Solo una noche…por favor…
—¿Cómo se supone que eso podría funcionar…?—preguntó ella.
—Ven aquí…—respondió el castaño palmeando el lado vacío de la cama. Danna se quedó en silencio un momento. Posó sus ojos en el lado de la cama que él señalaba y cerró sus ojos un momento. ¿Si era cuidadosa que de malo podía pasar, verdad…? Dejó salir el aire de sus pulmones de manera lenta y comenzó a caminar lentamente rodeando la cama. Christopher se hizo a un lado y se volvió a recostar acomodándose de lado para poder mirarla a los ojos. Ella imitó su acción y él le sonrió débilmente.—¿Lo ves…?
—Perdón.
—¿Por qué estás pidiéndome perdón…?—cuestionó en voz baja.
—Por hacerte esto, Christopher. Por arrebatarte la poca estabilidad emocional que has conseguido en el último año…
—No tengo estabilidad emocional de ninguna manera ¿sabes?—susurró.—Y lo comprendí hoy cuando apareciste en la habitación del bebé…no puedo tener estabilidad emocional si no estás aquí, Danna…
—Pero tienes a Noah…
—Al cual de alguna manera terminé detestando…—admitió.
—Él no tiene la culpa de nada de lo que pasó, Christopher. La culpa es mía, fui yo quien decidió tenerlo incluso sabiendo que eso podía terminar con mi vida humana…—Christopher dejó salir el aire sus pulmones.—Y lo culpaste por ello…descargaste todo tu dolor y tu frustración en un bebé que solo necesitaba a su papá…
—Dan…
—Dale una oportunidad, mi amor…—murmuró lentamente y automáticamente el corazón de Christopher dejó de latir un momento.—Noah te necesita. Tienes mucho amor para darle solo que no te has dado cuenta de ello…Chris…el amor de un padre por un hijo no tiene condiciones…solo existe…y tú lo amabas, Christopher. Lo amabas con toda tu alma y lo esperabas con muchas ansias… ¿Qué pasó con eso…? ¿Dónde quedó ese amor…?
—No lo sé.—admitió en voz baja.—No lo sé, no lo sé.—Danna se quedó en silencio un momento. Inspiró con fuerza y cerró sus ojos un momento mientras él seguía contemplándola fijamente.—Dan…
—Esa es mi misión, Chris…—murmuró en medio de un suspiro.—Ayudarte a que vuelvas a sentir ese amor…y cuando lo haga tengo que volver a irme pero el hecho de que me vaya realmente no significa que vaya a dejar de sentir amor por ustedes dos ¿sabes?
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EL RASTRO DE UN ÁNGEL (EBDUA #3)
FanficLibro uno: EL BESO DE UN ÁNGEL. Libro dos: LA SONRISA DE MI ÁNGEL. Libro tres: EL RASTRO DE UN ÁNGEL.