Pasión por las piscinas 2

Hogar dulce hogar😊

... han pasado tres días desde el gran acontecimiento que dió inicio a nuestra historia: la boda entre Zoro y Perona. La pareja de recién casados está feliz cómo nunca, y ni que decir que pasaron un fin de semana precioso en un lujoso hotel.

El Iberostar Grand Line fue el establecimiento que los acogió en la etapa de máximo apogeo del amor eros. Cada rincón fue testigo de sus fogosas aventuras. Cada travesura mayor que la anterior. Con más atrevimiento. Con más pasión. Con más dulzura a la vez. Maravilloso.

Probaron la piscina en horario nocturno, bendiciendo sus aguas con su amor. Las saunas de hotel donde las personas se reunian para relajarse con él calor y ellos producían tanto calor que no eran capaces de relajarse. El inmenso baños de su habitación, que contaba con una gran tina que hicieron suya entre pasión y burbujas. La inmensa cama con forma de corazón donde tuvieron su primera vez como recién casados y donde dormían abrazados con ternura, con una pequeña y tierna chica pelirosa apoyando su cabeza en el amplio y fornido pecho de su amado peliverde. Y ,su lugar a dudas su lugar preferido en todo el hotel... ¡La playa!

Ver esa puesta de sol mientras aún estaban en el agua, ella mirando al horizonte y a los hermosos tonos naranja que se dibujaban fugaces y divinos en el cielo; mientras él la abraza por detrás rodeándola por la cintura sumergidos hasta los hombros en el agua y permaneciendo en silencio. Solo su respiración lenta y cálida era la banda sonora del momento. No era un silencio incómodo. Era un silencio que transmitía:" disfruto mucho de tu compañía. Quiero quedarme así por siempre ,abrazados mirando el atardecer. Eres lo mejor que me ha pasado  y te amo" entre muchas otras cosas. O besarse aún en la playa, mientras la luz de la luna y las estrellas los bañaban. Observaban el espectáculo del amor de los chicos los cuerpos celestes que, por una vez, se vieron opacados por un brillo mayor que el de ellos. El brillo de la pasión y el amor en estos dos corazones entrelazados por el destino.

Dormir a orillas del mar ,abrazados en una tumbona si que era la gloria para los dos amantes apasionados. Mejor dicho.. para la pareja de recién casados. Ser bañados por la luz de la luna, acariciados por la suave brisa marina y escuchando de fondo el suave susurro provocado por el Vaivén de las olas del mar.... Sencillamente el cielo. Los tres mejores días de su vida hasta ese momento fueron esos, y su felicidad era completa al despertar juntos, abrazados y con una sonrisa somnolienta dibujada en sus rostros, y besarse con ternura mientras el sol se empezaba a aparecer tímidamente en el cielo nocturno dando paso a una bellísima pintura celestial y dándoles los buenos días.

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La emoción de nuestro peliverde favorito ciertamente no cabe en su pecho. Se siente pequeño comparado ahora con el sentimiento que lo abraza. Está delante de una casa de color rosa , no muy grande pero tampoco pequeña, con un pequeño jardín en la parte delantera ,rodeada de una cerca de color blanco e incluso con un pequeño garage. Le sostiene la mano a una joven pelirosa que por lo visto se siente tan anonadada,impresionada, nerviosa, emocionada y demás sentimientos los mismos que siente él en este momento.

Hoy es el día, su independencia querida ha llegado. A partir de hoy vivirán juntos como un matrimonio feliz en su...¡Propia casa! Y les encanta. Se miran aún sosteniéndose las manos, en las cuales se puede ver anillos a juego de color plateado además de un anillo plateado con diamante rosa en la mano de la chica, y las manos se aprietan entre sí.

Una sonrisa tímida se dibuja en ambos rostros. Luego un leve asentimiento con la cabeza por parte de ambos y un casi inaudible " vamos " por parte del chico , y entran decididos al que será su nuevo hogar.¡Su nuevo hogar! ¿Quién lo diría?

Y les encanta. La casa está hermosa. No es muy grande pero les parece hasta mejor porque podrán ocuparse mejor de ella aún. Cuenta con dos cuartos, un baño, un garaje, una cocina+comedor, y una sala de estar pequeña. Además, cuenta con un jardín en la parte delantera y un patio trasero con una amplitud considerable. Zoro  no puede evitar sonreír para sus adentros cuando vio el patio pues de seguro lo convertirá en un gimnasio. Pero todo a su tiempo, amigos. Ahora mismo ambos se besan con emocion, de  manera fugaz y se separan para darse una gran sonrisa de oreja a oreja y abrazarse.  El chico la levanta en sus brazos y comienzan a girar por toda la residencia mientras sonríen y se divierten como dos chiquillos.