Desesperación😫

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... cierto pelinegro se encontraba de salida con su chica, de cabellos azules, en lo que sería su primera cita como algo más que amigos. Si, el se había declarado, y para su suerte y alegría ella había aceptado gustosa. Y ahora estaban disfrutando a lo grande...

Habian ido a un restaurante elegante, con atmósfera romántica, confortable y de buena comida. Él se había declarado cantando la canción favorita de la chica mientras la dulce melodía del piano invadía el lugar... Todo iba perfectamente hasta que...hasta que el sonido de un teléfono móvil sonando en el bolsillo del pantalón del chico de oscuros cabellos y gran sonrisa se hiciera notar e interrumpirá la velada.

" Joder,¿ quién será a esta hora?" Fue lo que pensó de pronto el peliverde. Sinceramente no le gustaría que nadie interrumpiera ni un solo segundo de su tiempo acompañado por esa belleza que tenía por novia. Miro la pantallita de su móvil con desgano, y su rostro se transformó en una mezcla de curiosidad con extrañeza, preocupación quizás. Número desconocido. Bueno...no le quedaba más remedio que contestar...

Le hizo ademán a la chica de que debía contestar, y se alejó un par de metros ,pero aún permanecía bajo la mirada atenta de la peliazul. Muy atenta la verdad. Le extrañaba que él se alejara para contestar, aunque sabía que no podía pedirle explicación, al menos no aún, si sentía un poco de...¿Celos? Quizás,¿Curiosidad?... ¡¡Muchísima!! Realmente quería saber se que se trataba...

Sin darse cuenta se despejó de sus pensamientos, y se encontró mirándolo de pies a cabeza. Estaba tan apuesto. Tan apuesto solo para ella. De qué se preocupaba, si era solo suyo...

Lo veía y le gustaba lo que veía. No lo veía tan...niño, no cómo siempre lo veía. Se veía relajado, si, no perdía su carácter jovial y su gran sonrisa, sus bromas, y esa gotita de inmadurez que la cautivaba. Era tierno, es verdad pero... Este nuevo morenazo le gustaba de otra forma. O de la misma. No lo sabía... El otro le gustaba pero se podria acostumbrar a verlo así arreglado después de todo.

Iba con una camisa azul deangas largas, que se ajustan a la perfección a sus marcados músculos. El moreno no era el típico chico de gimnasio con músculos enormemente hipertrofiados... No, el no tenía tanta masa muscular pero... Cada músculo se marcaba perfectamente en su cuerpo esculpido por dioses. Su tableta de chocolate era perfecta, sencillamente. Además era ancho de espaldas y con una pequeña cintura, formando un perfecto triángulo lleno de músculos que se veían deliciosos marcados en esa camisa ...aunque en eso momentos, mientras se mordía el labio por su vista y pensamientos, preferiría verlo sin ese pedazo de tela azul...

Quedaba las mangas remangadas en los antebrazos, hasta poco antes de llegar a los codos, mostrando unos antebrazos venosos y musculados. Muy masculinos a pesar de ser casi un niño. La camisa quedaba desabotonada en la parte superior uno o dos botones. Le daba un aspecto relajado a su apariencia formal.

Su pantalón era de los que se usan con traje, de un color negro de tono bonito, pegado a sus muslos y pantorrillas al estilo casi tubo, y daba la vista de su bonito culo, cómo un bono para la chica. Del bolsillo colgaba una cadena de color plata, que le daba un aspecto quizás de metalero. De chico malo, y eso, a ella le atraía.

Los zapatos eran de piel de animal, cocodrilo quizás...eso asumía ella. Lo cierto es que eran realmente elegantes.

Al mirar su rostro se quedó prendada de la vista. Sus facciones le parecían perfectas. Todo en ese rostro de niño le gustaba. Su cabello negro que iba ligeramente despeinado. Sus cejas perfectamente arregladas para la ocasión. Sus ojos negros, profundos, misterios y cautivadores. Sus irresistibles pestañas, algo femeninas y sencillamente irresistibles. La cicatriz de debajo de su ojo izquierdo, producto según le contó él de una pequeña riña cuando cursaba la escuela secundaria. Sus mejillas, que se veían algo llenitas a pesar de lo flaco que él era ...bonitas para apachurrarlas como harías con un bebé...y es que él iba a ser su bebé a partir de ahora.

Pasión por las piscinas 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora