Despierto después de lo que parece una muy larga noche y hago un recuento de lo más importante de estas últimas semanas, tome las pruebas para convertirme en una maestra jedi y las pase (con excelentes resultados debo decir), la republica esta en medio de una guerra contra los separatistas y lo que más pánico me da, me asignaran un padawan lo más rápido posible. Conclusión: estoy más estresada que el propio Palpatine.
Tuve una semana libre después de pasar mis pruebas (todo un lujo para un jedi desde que empezó la guerra de los clones) pero tengo una nueva tarea, conocer a mi padawan, técnicamente podría haber tenido uno desde que me convertí un caballero jedi pero lo había estado retrasando, no es que no quisiera enseñarle a alguien, pero simplemente la idea de ser la responsable de un pequeñito me aterraba.
Me levanto de mi cama y le doy un vistazo a mi habitación, es simple y ordenada como todas las demás habitaciones en el templo jedi, no tengo nada muy personal, solo lo necesario. Me doy una ducha y me pongo mis túnicas, solo con eso estoy lista para empezar mi día.
Me dispongo a salir de mis habitaciones para dirigirme a una de los montones de salas de entrenamiento para los younglings, técnicamente cada maestro podía elegir a su aprendiz pero desde que estalló la guerra simplemente te asignaban a uno para acelerar el proceso. En el camino encontré a varias caras conocidas a las cuales simplemente dirigí un corto saludo, no era particularmente sociable cuando conocía a alguien, incluso se puede decir que soy tímida pero cuando entro en confianza no queda rastro, mi maestro Plo Koon solía bromear con que parecía un droide de protocolo hablando sin parar.
Al llegar me encuentro con unos cuantos Younglings merodeando la habitación, doy un rapido vistazo y rápidamente me encuentro con el maestro yoda.
-Maestro Yoda, es un gusto verlo de nuevo- digo haciendo una señal de respeto.
-El tiempo no perdamos, maestra Zale, presentarle su padawan debo, sígame- el maestro avanza hacia una esquina de la sala, donde se encontraba en soledad un niño humano. -su padawan Julin ha sido elegido, en dos horas el consejo jedi te espera- y rápidamente se alejó hacia los demás younglings en espera.
-Es un gusto conocerla maestra, soy Julin kling- me dice ofreciéndome una sonrisa nerviosa, rápidamente lo analizo, ronda en los 15 años y es un poco alto para su edad, tiene el cabello rubio y la piel clara, se ve que es atlético, tiene potencial, me agrada inmediatamente.
- El gusto es mío Julin, soy Zale Vito, ven meditaremos un poco y después nos podremos conocer un poco mejor- le digo ofreciéndole una sonrisa amable, el la responde y nos vamos juntos.
Tal y como predije, en la meditación yo y Julin conectamos inmediatamente, es un niño obediente pero curioso y dispuesto a aprender, noto que tiene una gran conexión con la fuerza y eso me agrada, después de la meditación nos dirigimos a hacer una prueba física y tiene una buena técnica, claramente puede mejorar muchísimo, pero de eso ya me encargare yo.
Rápidamente nos damos cuenta que tenemos caracteres similares, tímidos pero extrovertidos (si es que eso tiene sentido), al finalizar el entrenamiento ya estamos bromeando entre nosotros. Nos despedimos por el momento y me dirijo hacia el consejo jedi, espero mi turno y entro, veo los rostros conocidos, el maestro Yoda, Mace Windu, Kit Fisto, Ki adi Mundi, Obi-Wan Kenobi y otros mas, pero el más importante es sin duda mi maestro Plo Koon, aquellos que conocía por mi maestro me reciben con una sonrisa y otros simplemente estaban serios o en reposo, como lo ameritaban estos tiempos.
-Escuche que has conocido a tu padawan, me da gusto y espero que resulte muy grato para ambos- ese fue mi maestro Plo, siempre ha sido tan pacífico y amable, no podía ver debajo de su máscara, pero juraría que me está sonriendo.
- Talvez en otro momento podamos celebrar su nueva adquisición maestra Zale, pero por el momento le asignaremos sus próximas misiones- dijo el maestro Windu, estoy acostumbrada a que el maestro este nervioso así que no me molesta su comentario, al contrario, me divierte.
-Pero maestro Windu, no sea tan amargado, yo si deseo dar mis felicitaciones- eso fue dicho por el maestro Obi-Wan Kenobi, el miraba al maestro windu con diversión, mi experiencia con el maestro Obi-Wan era limitada, había hablado con él solo en calidad de "jedi miembro de consejo, súper importante" y nunca como amigo, me imagino que debe ser interesante tenerlo, por decirlo de alguna forma.
Es una lástima que tengamos prohibido el apego, si no fuera asi me gustaría tener muchos amigos, pero me temo que no creo que lo logre sin formar un vínculo y eso está prohibido.
De vuelta a mis deberes, al parecer se me había ordenado una lista bastante larga de un montón de planetas que estaban en ataque separatista, tenía que llevar al crucero liberty, a Julin y a la legión 222 a estos planetas e irónicamente liberarlos del control separatistas.
Lo sabía, la fuerza me lo dijo, fueron unos largos meses, 3 exactamente, en ese tiempo nos dedicamos a ir de planeta en planeta, liberándolos de los intentos de invasión separatista, Julin, mi capitan clon Jayy y yo habíamos comandado ataques por todos lados, algunos más fáciles que otros, algunos más sangrientos que otros. Cada vez que sufríamos perdidas grandes recitaba el código jedi casi con adicción:
No hay emociones, hay paz
No hay ignorancia, hay sabiduría,
No hay pasión, hay serenidad,
No hay caos, hay armonía,
No hay muerte, está la fuerza.
Con el tiempo entre los tres habíamos logrado un gran vinculo y el entrenamiento de Julin iba fantástico, no es porque fuera mi padawan pero era muy buen alumno, Jayy por su parte era bastante serio como un comandante clon tenía que ser pero entre los tres nos complementabamos.
En este momento nos dirigíamos de regreso a Coruscant para una nueva asignación. Respecto a la misión el maestro Yoda no me había dado ni una pista de que era, pero no se veía preocupado al pedirme que volviera a Corusant, fuera lo que fuera no le quitaba mucho el sueño para mi buena suerte.
Más tarde ya en el templo, me dirijo hacia una sala de comando, al entrar veo a tres maestros jedi del consejo, el maestro Kit Fisto, Obi Wan Kenobi y Shaak ti, noto que sienten mi presencia y escucho
–Al parecer ha llegado mi compañera de misión- eso fue dicho por Obi-Wan a Kit, lo veo igual que hace meses, con una sonrisa y mirada de superioridad típica del maestro Kenobi.
Va a ser interesante.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hola, he vuelto a la novela, la estaré editando en estos días, tendrá unos cambios mínimos y después la seguiré actualizando :)
