SECRET / Obi-Wan Kenobi

CAPITULO 20

Por fin me habían dado de alta, pero se me había informado que aún no volvería a ningún frente si no que primero tendría una misión diplomática con Jules.

Emocionada, me dirijo a un centro de mando donde se encuentra el maestro Yoda.

-Maestra, de volver es tiempo, gusto de verla me da.

Me explica algunos de los detalles que el tiene, al parecer en Alderaan se celebraria el día de la fundación, era una fecha muy importante para ellos, el problema fue que la reina de Alderaan habia recibido una amenaza de muerte por lo que teníamos que descubrir quién estaba detras de la amenaza. Además habían decidido que iríamos sin nuestras túnicas ni nada que delatara que éramos Jedi para no complicar las cosas (Julin tendría que esconder su trenza).

Mañana a primera hora partiríamos en compañía del senador Bail Organa, que también era el esposo de la reina, mientras mis hombres irían con Plo Koon.

Me doy cuenta que tengo mucho que no veo a mi legión así que decido darles una visita expréss.

Informe a Jules de todo por el holo-pad y me dirijo a su cuartel. Cuando llegó, puedo ver a un pequeño grupo reunido, entre ellos estaba Jayy.

-General, gracias a la fuerza que la vemos - Me saluda Reb, unos de mis muchachos.

-Empezabamos a creer que nos había remplazado - mi capitán era muy dramático.

-Mmm, por un momento lo pensé, pero al final decidí que sería muy difícil aprender a diferenciar más clones - sueltan carcajadas, ya extrañaba molestarlos.

Me empiezan a contar sus últimas aventuras en el 79's, las payasadas e incluso los momentos difíciles que han tenido en las últimas luchas.

Después de un rato decido regresar al templo a alistar todas mis cosas para la mision -Ya es hora de que me vaya.

Inmediatamente se escuchan las quejas entre los clones, les encanta el chisme y perder el tiempo.

-General, hagan su mejor esfuerzo para que vuelvan pronto, nos agrada el maestro Plo, pero no es lo mismo que con ustedes - opina Reb antes de que me vaya.

Me despido con un movimiento de mano -. Niños, portense bien, cuídense y porfavor, háganle caso a mi maestro.

-Si mamá, cuida a nuestro hermano también - me dice Jayy.

La risa que me brota es inevitable y simplemente me alejo con las carcajadas de los clones de fondo.

Últimamente he deseado que la guerra no existiera, pero si no la hubiéramos tenido no existirían nuestros hermanos, los clones. Alguno bueno tuvo que surgir de tanta desgracia.

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Una vez ya en el templo, voy al cuarto de suministros para recojer la ropa que usare en la misión, Juls ya había pasado por la suya así que me fui directo a mi habitación, en el transcurso soy detenida por la voz de mi querido amigo Kenobi.

Venía corriendo por el pasillo, como un pequeño padawan, simplemente saluda a algunos otros jedis que se cruzan en su camino.