9

6.3K 912 252
                                    

El día antes de que Harry fuese llevado a San Mungo Draco tomó mucho café muggle y planeó varias cosas incluso después del denso anochecer. Su mente divagó en las posibilidades y aún si Harry no entendía el porqué de su ansioso accionar él no se detuvo.

Tal vez después de meses protegiendo a Harry, era momento de protegerse a si mismo aún si eso significaba pensar más que de costumbre.

—Tengo muchas cosas que hacer, hoy no fuimos al lago y recuerda que iríamos a jugar con las lechuzas, Poppy dijo que mañana saldríamos a un lugar muy especial pero cuando le pregunté si podías ir también dijo que no, ojalá tardemos poco ahí porque no quiero pasar mucho tiempo lejos, ya sabes, no podrías vivir sin mí— Harry rió bajito, se colocó cerca de Draco y observándolo pensar transformó su tranquila sonrisa en una expresión confundida.

Draco no pudo reír, ni siquiera de mentira porque en el fondo algo dentro de él pesó aún más con lo que Harry había dicho.

—Tienes razón— había decidido responder.

—¿En qué?—

"No podría vivir sin tí"

—No fuimos a jugar en el lago, vamos ahora —

Draco se levantó de la cama y buscó entre la ropa doblada sobre ésta. Sacó un sombrero para Harry además de unos delgados guantes de seda que ocultaban las heridas de sus manos. Aún no sabían cómo, pero Harry era más propenso a hacerse daño desde hace unas semanas.

—Ahora estás listo— Draco tenía las manos de Harry sobre las suyas, sintió la seda fría en lugar de la calidez que emanaba de la piel del azabache y mordiendo su labio inferior calló sus incesantes pensamientos.

—Gracias Draco—

Harry no entendía las situaciones muy bien, desde hace un tiempo su cabeza tardaba en darle respuesta a lo que ocurría y con una reacción muy, muy tardía prefería permanecer callado ante lo que no podía entender. Sin embargo, algo que no podía ignorar era a Draco, el rubio Slytherin se veía tan triste que no entender le dolía horrores, lo dejaba frustrado mientras se sentía culpable por no poder ayudarlo.

La peor sensación, se dijo.

—¿Que pasa?—

Ese día en especial algo dentro de Harry despertó inquieto; su alrededor parecía más gris que de costumbre y Draco no se había despegado de su lado en todo el día, ni siquiera cuando fué hora de dormir y Draco se sentó sobre su cama a contarle cosas hasta que por fin se durmió y pensó en lo ocurrido. Lo último que Harry quería hacer era preguntar directamente, no le agradaba la idea de tener que exponer que se sentía ansioso con todo ese ambiente de secretismo en que se veía sumido y sin tener más remedio que hacerlo solo lo hizo, preguntó.

—No pasa nada, Harry, estás inquieto porque olvidaste la comida para nuestro día de campo así que deja de pensar en otras cosas y céntrate aquí, conmigo—

Más palabras que sonaron falsas; Harry no lo soportó y recostado sobre el césped le gruñó al cielo, era lo único bueno del día, estaba tan azul que difícilmente habría podido cambiar la situación debajo suyo.

—Ya te dije que detesto que me mientas, se sincero solo hoy porque justamente ahora siento que algo malo pasa—

Draco frunció el ceño, pensó que definitivamente ese no era el único día en que algo malo ocurría por lo que decidiendo ahondar más en aquello después, solo miró a Harry.

—Mañana vas a irte— fue lo que respondió.

Harry sonrió, sin comprender del todo. —No será por mucho, aún si estoy lejos no voy a olvidarte porque tengo mi libro de recortes dónde escribo de ti todo el tiempo—

The me inside of me.┇ᴰʳᵃʳʳʸ┇Donde viven las historias. Descúbrelo ahora