Jimin fue educado para ser un buen omega.
Aprendió la etiqueta, comportarse, apoyar a su alfa, ser un buen amante. Cuestiones como economía o acerca del negocio familiar no eran para él, porque Jimin no las necesitaría, así que cuando salió de su casa con un boleto a una nueva vida lo único que sabía era cómo comportarse y a lucir bonito.
Los años con Seung cambiaron eso.
Aprendió a ser perceptivo, aprendió cuándo y cómo pedir cosas, a calmar premoniciones de peleas, a sobrevivir cuando las oportunidades de hacerlo eran bajas.
Y luego aprendió más cuando lo dejó.
Moverse por su cuenta, criar un hijo, confiar o no en las personas.
Había cambiado después de esos años, y aunque el Jimin de antes no lo hubiera notado, lo hace ahora, ve la mirada de su madre cuando hablan de Yeonjun, ve el pequeño gesto que hace de forma inadvertida, el ceño que se arruga ligeramente. Jimin nota cada uno de los gestos, y puede llegar a la conclusión fácilmente.
Podría ignorarlo, por supuesto, después de todo no es la primera vez que su hijo es desplazado, y Yeonjun sabe que siempre será su prioridad a pesar de enfrentarse a esos escenarios, así que podrían soportarlo, tal como lo hicieron los primeros años, pero Jimin no está dispuesto hacerlo, porque quiere creer que su familia no es desalmada, ni egoísta, ni despreciable como lo fue Seung y su familia.
Y su hijo no se lo merece.
—¿Estás seguro de que puedes pararte por tu cuenta? —le pregunta Namjoon a su lado.
Jimin asiente, flexionando con cuidado sus piernas.
El doctor le había recomendado reposo para su recuperación. Bastaba con que Jimin dejara de hacer esfuerzos innecesarios (de todas formas, no hacía gran cosa) pero sus padres insistieron en que debía de quedarse en cama. Jimin aguantó tres días para tranquilizar a sus padres antes de que se harta de estar acostado todo el tiempo.
—No estoy invalido —le dice Jimin, casi divertido por su preocupación innecesaria—, sólo recibí sangre, no me operaron, ¿puedes darme a mi hijo ahora?
Namjoon, quien tiene a Yeonjun en brazos lo mira inseguro, pero asiente cuando le tiende a su hijo.
—¿Papi bien? —pregunta Yeonjun en un susurro que Jimin responde con un beso sonoro en su mejilla.
—Siempre, cariño —le dice de la misma manera, dejando un beso más en su frente.
Jimin sabe que su hijo no lo diría en voz alta pero también está harto de estar encerrado en la habitación. Quiso animarlo a salir a explorar por el lugar, después de todo Jimin creció en esa casa, no hay mejor lugar para una siesta que el enorme jardín de su madre o el bosque para correr y vagar por sus anchas, pero no podía simplemente dejarlo solo con personas que no lo quieren, y mucho menos podía dejarlo solo cuando el no podía correr en caso de alguna emergencia, no está dispuesto a sentir la misma frustración que cuando estaba en la cama del hospital sin poder ir a buscarlo. Así que ambos se quedaron en cama tratando de hacerse compañía como los últimos años, y aunque ninguno tuviera alguna queja, empezaban a aburrirse de aquella habitación.
—Dime si empiezas a sentirte mal —le dice Namjoon por lo bajo mientras se dirigen a las escaleras—, sé que no quieres preocupar a tus padres y quieres poder salir lo más pronto posible, pero por favor dime si hay algo que te empieza a molestar, cualquier cosa.
Jimin asiente, sintiéndose como un niño regañado por alguna razón.
—No es que quiera salir lo pronto posible —le aclara Jimin, sosteniendo con una mano a su hijo y con la otra el barandal—, es que no me mejoraré si sólo me quedo acostado. El aire fresco nos vendrá bien.
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Flares | Nammin
FanfictionNamjoon y Jimin son parejas destinadas, Namjoon lo rechazó, y ahora 5 años después se vuelven a ver, y no hay nada diferente en el alfa, cambios físicos meramente, Jimin en cambio tiene una marca en su cuello y un niño en brazos. o en donde Jimin ti...