Flares | Nammin

Última huida

Namjoon

—El plan no será sencillo —le dijo al omega a pesar de que esa no era su frase favorita para empezar, pero llegados a este momento, tenían que ser realistas. 

—Bien —se limitó a asentir.

Namjoon miró a Jimin ante su falta de reacción a sus palabras.

—Habrá consecuencias.

—Namjoon, siempre habrá consecuencias, sólo dímelo.

El alfa asintió guardándose un suspiro.

Yeunjun estaba durmiendo a un lado, Namjoon había decidido que tendrían aquella conversación en su habitación para que Jimin no tuviera que hacer esfuerzos innecesarios moviéndose de un lugar a otro. No se preocupaba mucho por ser descubiertos porque Namjoon se daría cuenta rápidamente de si alguien se dirigía a su habitación y tampoco planeaba gritarlo a los cuatro vientos.

—No puedes sólo irte, Jimin, ya no. Estás enfermo y aunque pudiera conseguir llevarte a otro lugar aún necesitarías las transfusiones, así que tarde o temprano regresarías aquí, a repetir la historia.

Jimin masticó con fuerza el sándwich que le había preparado, fastidiado.

—Eso no es un plan, es un hecho del que ya estaba al tanto, gracias.

—Necesitamos el contexto completo, para que no te escandalices con lo que voy a decir.

Jimin lo miró inseguro, pensando que probablemente estaba siendo un idiota, pero Namjoon ya había recibido las suficientes miradas de ese tipo viniendo de él así que no le molestó en absoluto.

—Tu padre acaba de poner guardias en cada salida del territorio, y tu esposo está vigilando atento cada camino que podrías tomar para escapar —Jimin lo miró congelado antes de que Namjoon negara—, pero he conseguido que mis hombres cuiden por completo de dos de las entradas, saldremos por ahí.

Jimin se iluminó al instante antes de pensar por unos segundos y preguntar con duda:

—¿A dónde iré después?

—Iremos a mi manada.

La cara de Jimin perdió el color antes de negar, sin entender nada.

—¿Por qué? Deberías... si saben que me ayudaste te vas a meter en grandes problemas —dijo con un susurro, realmente preocupado—, deberías quedarte fuera del margen tanto como puedas.

Namjoon sabía de lo que hablaba, él mejor que nadie había soñado con los peores escenarios desde que había comenzado a armar el plan, pero estaba dispuesto a enfrentarlos, todos y cada uno.

—Necesitas un aliado, Jimin. Y seré yo

—Bien, no te ofendas, pero vas a ser inútil, a los ancianos ni siquiera les importará que tenga un mejor amigo que resulta ser también el alfa de la familia Kim, incluso si consigues meter presión creo que el pequeño error que hice está más allá de ti.

Lo estaba, aquel asunto era un asunto que se limitaba a los afectados, pero Namjoon jugaría todas sus cartas para cambiar eso.

—Por suerte para ti, no me presentaré como tu mejor amigo. Anunciaré que somos destinados.

El omega se atragantó. Namjoon vio el momento en donde las cosas dejaron de tener sentido para Jimin.

No podía culparlo, había sido Namjoon quien lo había rechazado hace años, y hasta el momento ambos estaban al tanto del pacto tácito de que aquel hecho, el de ellos dos siendo sus destinados, era un secreto que sólo ambos sabían, y ahora estaba ahí diciéndole que se lo diría a todo el mundo.