Hear Me ~Taekook~

CAPÍTULO 3

Ya era de día, era sábado así que el azabache y el castaño se quedaron durmiendo casi hasta el medio día, de no haber sigo por el pelirosa los dos se hubieran quedado dormidos hasta más tarde...

—Despierten carajo tengo hambre... —El pelirosa dió un paro a su oración al ver a su primo aferrado al pecho del castaño—

—¡POR LA GRAN PUTA! ¿YA SE ACOSTARON? —Exclamó el pelirosa—

—¡Qué mierda! Oh, Yeonjun no es lo que piensas. —Dice el castaño—

—¿Q-qu-ue estua pas-suan-d-do?

—JAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJA, ¡MI PRIMITO YA PERDIÓ LA VIRGINIDAD! Y solo se conocen desde hace dos días eh... ¿Tan calientes andan?

—A ver Yeonjun solo nos besamos y ya.

—Eso se lo decía yo a mi mamá cuando me quedaba a dormir en casa de un amigo, así que bajen a almorzar. Voy a salir a comprarme ropa, si quieren pueden venir... Ah, Jungkook papá salió de viaje, volverá como en un mes así que tienes casa sola.

—O-ok...

El teléfono del castaño vibró, por lo tanto se tomó el tiempo de revisar y vió que tenía dos llamadas perdidas de su madre, al desbloquear el teléfono recibió otra llamada de la madre y no dudó en contestar pensado que era algo grave.

—¿Mamá?

—¡HIJO NO ME LO VAS A CREER! Bueno, te explico, estoy fuera del país porque me ofrecieron un trabajo hace dos semanas y tengo que viajar por un mes, no quería decirte nada porque quería que te lo tomaras como una sorpresa, por eso he estado tan amable contigo últimamente, pero eso no quita el hecho de que aún te odie. En fin, el punto es que ya estás grande, puedes cuidarte solo así que te dejé las llaves de la casa en el matero al lado de la puerta y dejé bastante comida.

—¿Se podría saber en qué país estás?

—Aún no llego, estoy en el avión, me dirijo hacia Tailandia.

—Ok, cuídate mamá.

—Si ajá, chao.

—¿Pasa algo?

—Mi mamá resulta que ahora mismo está tomando un vuelo a Tailandia por un trabajo que le ofrecieron.

—¡WOW! —Exclamó el azabache— ¡Q-que bu-buen-nuo!

—Vamos, los espero abajo, ya hice el almuerzo.

Dicho esto el pelirosa se fue y dejó de nuevo al castaño y al azabache solos.

—Es raro, apenas nos conocemos hace dos días y ya nos estamos besando...

—S-soluo s-se qu-que m-me gus-tuo....

El castaño volteó a ver al azabache y este tenía su cara tapada con sus manitos con los cachetes colorados.

—¿Si te gustó entonces por qué no me pides otro?

El azabache retiró las manos de su cara y el castaño no dudó ni un segundo en atacar los labios del azabache en un beso profundo y salvaje, el castaño se acomodó sobre el azabache sin aplastarlo para tener contacto físico. El castaño comenzó a besarle el cuello al azabache causándole un gemido audible para el pelirosa, por lo tanto el castaño colocó su grande mano izquierda en toda su boca y le dijo.

—No quieres que tu primo escuche cómo gimes mi nombre, ¿Verdad?

En ese preciso instante llega el pelirosa al cuarto del azabache de nuevo para llamarlos a comer porque tenía mucha hambre.