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Finalmente estoy aquí parado sobre la silla con la cuerda alrededor de mi cuello. Me aseguré de que no caiga cuando tenga que soportar mi peso, oigo las sirenas de las patrullas alrededor de mi casa y a Izuku con un megáfono hablando conmigo intentando hacerme "razonar".

Suspiro y miro por la ventana, la luna está tan hermosa como siempre, en ella veo tus ardientes ojos mirándome directamente, sé que esperas por mí y siempre odiaste que te hiciera esperar.

Sonrío, perdóname esta vez por hacerte esperar, ya estoy en camino.

Salto de la silla.

(...)

La cuerda alrededor de su cuello quemaba, se sentía como si su cabeza explotara mientras poco a poco se le iba el aire de los pulmones, inconscientemente luchó por intentar tocar el piso con la planta de sus pies. Pero pronto su cuerpo dejó de moverse, mientras una imperseptible sonrisa se formaba en su rostro al verlo por fin.

Todo de repente lo cegaba, y sentía que nuevamente el aire regresaba a sus pulmones, sentía un extraño alivio en su pecho mientras examinaba todo a su alrededor. Un bello parque con grandes y frondosos árboles de cerezo. Los delicados pétalos rosas caían decorando el piso de concreto.

Detrás de él sintió un pequeño golpe que lo hizo rápidamente llevar sus manos a su nuca mientras volteaba quejándose del dolor. Ahí lo vio.

— Idiota, llegaste demasiado pronto, ¿Qué demonios hiciste?

Su voz retumbaba en sus oídos, aquella rasposa y ruda voz que extrañaba oír. Lo vio. Al amor de su vida.

Katsuki Bakugo estaba parado justo frente a él.

Eijiro rió escandalosamente y con lágrimas en los ojos lo abrazó fuertemente. Pegó sus cuerpos después de tanto tiempo mientras sentía los brazos de su contrario envolverse alrededor de su cuello.

— Te amo, Katsuki, perdóname por todo.

El rubio sonrió, todo ese tiempo estuvo observándolo. Sabía toda la verdad.

— Lo sé, sólo cállate y no arruines el momento.

Sonrió más ampliamente y no dijo más, disfrutando nuevamente de su aroma y sus cálidos brazos.

Así, regresando el alivio a ambos corazones que finalmente se reencontraron en la vida después de la muerte.

Fin.

•Desdicha• ||Libro #2||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora