Había sido el viaje más largo de su vida y había estado con la moral por los suelos durante todo el camino. Taehyung no había dicho ni una palabra en todo el tiempo, si abría la boca, se pondría a gritar y no se detendría. Nunca.
Maldito. Maldita sea.
―Todo irá bien ―dijo Kookie en voz baja―. Nadie estaba en casa.
―No. Simplemente no lo hagas. ―Nada iba a estar bien. Había visto la casa de Yoona. La había olido. Ahora sus hijos se quedarían sin hogar de nuevo. Nada iba a estar bien de nuevo.
―Hay que centrarse en las cosas buenas, Taehyung. No había nadie en la casa.
Dieron la vuelta en la esquina hacia la zona de desastre.
Había camiones de bomberos y policías, toda la calle estaba bloqueada y aparcó a un lado de la vía, se deslizó del asiento del coche y corrió más allá de las barricadas. Su casa. Maldita sea.
―Oh, Dios. ―Kookie estaba a sus talones―. Oh, Dios.
Alguien se paró frente a él, colocando una mano en su pecho. ―Lo siento, señor. No puede estar aquí.
―Esa es mi jodida casa. ―Iba a golpear a alguien. Ese era su jodido sueño, justo ahí.
―Lo siento señor, pero hasta que el fuego esté contenido y la zona despejada, tiene que estar detrás de la línea.
Kookie lo tomó del brazo, tirando de él. ―No hay nada que puedas hacer.
―¡Esa es mi CASA! ―Se apartó del brazo de Kookie, estaba desesperado.
―¿No querrás decir nuestra casa? ―La voz era cortante, mezquina y completamente molesta―. Supongo que no tendrás que compartirla ahora, hijo de puta egoísta.
Se dio la vuelta, golpeando de lleno en la boca de Bogum. ―Hijo de puta. Tú hiciste esto. ―Taehyung golpeó al hombre de nuevo y luego otra vez.
―Taehyung ―Kookie lo agarró por la cintura y comenzó a tirar de él hacia atrás.
―¡Ayuda! ¡Policía! ¿Vio eso? ¡Me agredió! ―Bogum gritaba.
―Provocó el incendio. Sabe que él lo hizo.
El bombero miró a Bogum y luego a Taehyung. ―No he visto nada, hombre. Necesita llamar a su compañía de seguros. Vamos a hacer nuestro trabajo. ―El bombero miró a Kookie―. ¿Hay alguna mascota que deberíamos buscar...?
Kookie negó. ―La casa estaba vacía. ―Los dedos de Kookie se envolvieron alrededor de su brazo de nuevo―. Vamos. Si él provocó el incendio, los investigadores lo descubrirán y lo meterán a la cárcel.
―¿Dónde coño se supone que debo ir? ¿Qué debo decirles a mis hijos? ―Suficiente. Ya había tenido suficiente.
―Vamos a averiguarlo, Taehyung. Están seguros en casa de Jieun y Joongi ahora mismo. Todo va a estar bien. Te lo juro.
―¡Taehyung! ―La voz de Jihyo podría cortar vidrio―. ¡Taehyung!
―Gominolas. ―La miró, sus brazos estaban abiertos y se derrumbó, deshaciéndose en lágrimas.
―Lo atraparemos, Taehyung. Vamos a sacarle el corazón y lo alimentaremos con él. ―Ella lo abrazó con fuerza.
―¿Qué voy a hacer? ―No podía hacer esto, no otra vez. No podría manejarlo.
―En primer lugar, ¿Dónde están los niños? ¿Y Jungkook?
Kookie intervino con la respuesta a eso. ―Estoy aquí. Y los niños están con Jieun y Joongi. Traté de decirle que íbamos a estar bien, pero no estoy seguro de que incluso sepa que estoy aquí.
