✨Cap#15✨

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Cuando Rin ya había revisado la mitad de los informes, escuchó los pasos de alguien entrando al salón.

–H-hola. Disculpa por hacerte venir hasta aquí después de clases–. Bajó la cabeza para ocultar su sonrojo y jugó con sus dedos.

–No te preocupes, dijiste que era algo importante–. Dijo Len, y se percató de los papeles sobre la mesa.–¿Quieres que te ayude con eso?

–L-la verdad, te llamé aquí p-para..

La chica trataba de tomar valentía para decir lo que tenía atorado en el pecho pero los nervios no la dejaron y terminó por acobardarse.

–...para...¡Sí! Era para que me ayudaras porque es bastante que revisar.

–Oh, descuida, como somos dos seguro terminamos rápido.

–¡Muchas gracias!

Rin hizo una reverencia y se dispuso a seguir revisando los informes, maldiciendo en su mente su falta de valor. Len tomó la mitad de los papeles, quería preguntarle a la rubia si sabía algo de la chica de la carta pero no encontraba el momento adecuado.

Por otro lado, Miku ya se estaba cansando de esperar en aquel banco del patio. No entendía que parte del plan había salido mal: se aseguró de que Rin no asistiera y dejó la carta en el casillero correcto sin firmar. En ese momento unas nubes grises de las que no se percató comenzaron a dejar caer una que otra gota de agua, y en un momento aquella llovizna se convirtió en una fuerte lluvia.

La peliazul no llevó paraguas ese día pero no se movió de su lugar. Había llegado muy lejos como para rendirse por el clima.

Kaito estaba a punto de salir de la escuela con su paraguas, pero recordó que a esa hora se le iban a confesar a Len. La curiosidad comenzó a detener sus pasos. Quería saber...necesitaba saber si era Miku la chica misteriosa.

Con la excusa mental de que iba a apoyar a su amigo, dió media vuelta y fue al patio del instituto sin detenerse.
Allí encontró a la de las coletas en el banco, completamente empapada a merced del frío y el viento. "¿Cómo pudo abandonarla así?" Fue lo que pensó.

Ante los ojos de Kaito, Miku era una criatura indefensa. El corazón noble del chico no le permitió solo observar así que se sentó junto a ella y abrió el paraguas, protegiendo a la chica de la lluvia.

–Ehh...¿Tú qué haces aquí?–Preguntó la chica mirándolo de reojo.

–¿No es obvio? Vine a salvarte de una pulmonía. ¿Por qué no te vas a casa?

–Estoy esperando a alguien.

–Oh... Entonces, ¿qué tal si te acompaño hasta que esa persona llegue?

Ya para Kaito estaba confirmado que Miku esperaba a Len, pero no le importó. De ninguna manera la abandonaría en esas condiciones.

–Pero...¡Se vería muy mal si llegara esa persona y me viera con otro chico aquí!

–Entonces ¿quieres que me vaya y te deje bajo la lluvia?

–No dije eso...–Susurró Miku sin saber que decir. Estaba frustrada porque su plan no dió resultado. Lo más fácil para ella en ese momento era desquitarse con Kaito como siempre lo hacía, ofendiéndolo o actuando con superioridad, pero esa actitud no la había llevado a ningún lado y tampoco era tan insensible como para lastimar aún más a quien la ayudaba.–De seguro la persona que estoy esperando ya no vendrá, así que me voy.

Miku se levanta y hace una reverencia para dirigirse a la salida cuando divisó al peliazul a su lado sosteniendo el paraguas sobre su cabeza.

–¿¿A-acaso vas a seguirme a mi casa??

–Prefiero la palabra "acompañarte", ¡y si no quieres aún así lo haré!

–Haz lo que quieras–. Le respondió volteándose y caminando al frente. Actuaba de manera fría con el chico como siempre, aunque esta vez era para ocultar su agradecimiento. Se sintió mal por ser cruel e indiferente con Kaito, ya hasta le empezaba a agradar. Sacudió su cabeza para alejar esos pensamientos "no propios de ella" y siguió su camino.

A esa misma hora en el instituto, dos rubios terminaron de revisar informes y salieron compartiendo un paraguas pues el chico olvidó el suyo. En el camino, Rin estuvo reuniendo fuerzas para decir de una vez por todas sus sentimientos y justo cuando iba a dejarlo todo salir, un sonido fuerte la sobresaltó: el viento rompió el paraguas poniendo al revés la parte superior. Por suerte estaban a unos pasos de un edificio con una cornisa lo suficientemente grande para resguardarse de la lluvia bajo ella, así que decidieron esperar en ese lugar a que deje de llover.

–Parece que va a durar bastante eh...–comentó Len refiriéndose a la lluvia.

– Sí, eso parece..

Rin cerró los puños con fuerza y decidió aprovechar ese momento para decirlo todo. Ahora nada iba a detener las palabras que suplicaban salir de su boca, ni el clima, ni el paraguas, ni su cobardía. La frase "ahora o nunca" la impulsó a tragar en seco y jalar la manga del uniforme del chico. Cuando este le prestó atención, la rubia lo miró a los ojos con una mirada dulce y a la vez decidida.

–Len, yo...



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*Se ríe malévolamente*
щ(゜w゜щ)
C o n t i n u a r á

"Lo Haré Por Ti"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora