✨Cap#17✨

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Por fin, el gran día llegó. En el horario de la tarde, las clases quedaron suspendidas para todos menos para los participantes de la obra, quienes tenían la mañana para practicar por última vez antes del show.

El club de teatro era un caos: alumnos por todos lados moviendo árboles y casas de cartón, algunas chicas con cajas de vestuarios y maquillaje, actores que repasaban sus líneas y maestros de arte que se paseaban nerviosamente por el salón caminando en círculos.

–¡Todos agrúpense!–Gritó Meiko, la profesora de teatro, a través de un altavoz hecho de cartulina rosa.–Vamos a asegurarnos de que no falta nadie.

La mujer comenzó a mencionar los nombres de los miembros del elenco. Todo parecía ir bien hasta que pronunció el nombre de la actriz principal:

–Hatsune Miku......¿Hatsune Miku? ¡Hatsune MIKUU!

Nada, sólo silencio en la sala. En pocos segundos se escucharon susurros de pánico. ¿Cómo se iba a desarrollar la obra sin su protagonista?¿Dónde estaba Miku?¿Los abandonó a todos?

En medio de la conmoción se escuchó un celular, provocando que todas las miradas se dirigieran a una chica de cabello rubio y corto, quien sacó su teléfono de la mochila, viendo que era una llamada de Miku. Pidió permiso para contestar y después de unos minutos de conversación colgó.

Todos estaban esperando a que Rin les comunicara lo que le dijo la chica peliazul. La rubia, por su parte, se veía preocupada y ansiosa. Eso definitivamente no era una buena señal.

–Miku-chan dice que ayer pescó un resfriado y está en cama con fiebre así que no puede venir. Se disculpa con todos...–terminó de hablar cabizbaja y jugando con sus dedos como si fuera ella la que se disculpara.

–¿Y ahora?¿Qué se supone que haremos?–Decían algunos alumnos.

–No queda de otra, habrá que cancelar la obra...

–¿Siquiera sabemos si Miku está diciendo la verdad? Tal vez sólo se acobardó y se quedó en casa por miedo de salir a escena.

–Si no iba a presentarse mejor que no hubiera venido a las audiciones en primer lugar, ¡ahora todo se fastidió por su culpa!

–¿¡Podrían callarse por favor!?–Sale Kaito enojado de entre el montón de chicos que murmuraban.–¡Miku dijo la verdad! Está resfriada porque ayer olvidó su paraguas y estuvo mucho tiempo bajo la lluvia, aunque le ofrecí el mío ya estaba completamente empapada cuando la ví.

–Eso ya no importa ahora. Supongo que sin su protagonista esta obra ya no se puede llevar a cabo...–Dijo Meiko apagando de repente toda la chispa que tenía hace unos minutos y poniendo el altavoz en una mesa.

Ya todos estaban dispuestos a dejar la sala cuando Rin tomó el altavoz de la profesora y gritó:

–¡¡Esperen!!–Automáticamente todos se voltearon.–¿Se van a rendir así como así?¿Tantas eran sus ganas de actuar que al primer obstáculo lo dejan todo y se van?

–Muy bonito todo pero sin protagonista no se puede hacer nada–. Respondió un alumno que llevaba un arbusto de papel maché.

–¿Necesitamos una protagonista? E-entonces....–Dudó antes de contestar pues no estaba segura de ser apta para la meta que se propuso.–...tal vez yo podría asumir el papel.

–¿¡Qué!?–Exclamaron todos al unísono.

–Miku y yo solíamos practicar juntas, así que conocemos perfectamente los papeles de ambas. No estoy segura de poder hacerlo tan bien como ella pero al menos así tendríamos protagonista.

Rin bajó la cabeza ruborizada, esperando una respuesta de sus compañeros.

–Está bien, dejemos que Kagamine interprete a la princesa–. Dijo Meiko dando media vuelta para regresar al salón, pero se detuvo cuando recordó algo.– Pero si ella será la princesa, ¿Quién será la dama de compañía? La sirvienta es un personaje importante también para la obra.

La esperanza que surgió en el joven elenco se desvaneció en un instante. No había más nadie en el club de teatro para cubrir el papel que era de Rin. Después de todo parecía que la presentación no se podría salvar, pero la joven Kagamine no iba a dejar que el trabajo y tiempo invertido preparando todo, haya sido en vano.

Entonces recordó a Len. ¡Por supuesto! Él estuvo con ellas durante todos los ensayos y conocía las líneas. El problema era que al parecer el chico no quería mostrar su voz al público, además de que no pertenece al club de teatro. Como sea, existía la posibilidad de que la ayude a llevar adelante su propósito, solo necesitaba convencerlo.

–Puede que conozca a alguien que se sabe las líneas de la sirvienta–. Dijo Rin y todos le volvieron a prestar atención.

Y ahí fue cuando la chica empezó a correr. No dijo nada más y se apuró para llegar a la clase de Len. Iba rezando internamente para que el chico accediera a su petición. Era la última esperanza para el show, si él no aceptara, se tendría que cancelar.

"Lo Haré Por Ti"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora