Capítulo III

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Perdón por tardar en la actualización de este capítulo, pero han pasado ciertas situaciones que me han impedido escribir, también trabajo y eso, pero bueno, ya tengo el tercer capítulo, espero hayan notado que ya son más largos que la primera vez, de verdad me estoy tomando mi tiempo para editarlos pero creo que están valiendo la pena. 

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Capítulo III

Cambio de prioridades

O de cuando al acosador número uno se le abrió una ventana.

A veces en situaciones complicadas uno puede pensar en sus planes a futuro, como el decir que cenará esa noche, o que tipo de música va a escuchar mientras haga ejercicio, incluso si es necesario tomar una ducha demasiado larga o lo estrictamente corta y necesaria posible, así que esa era la idea que Harry tenía ahora, sabía que apenas salir del lugar, después de calmar los nervios y las reacciones de su cuerpo iba a llegar a su casa, cruzaría la puerta, arrojaría su mochila a cualquier lugar, aunque eso le ganase un regaño de su madre, se tomaría su tiempo para subir las escaleras porque podía sentir sus piernas demasiado pesadas como para hacerlo corriendo, iría al baño a mojarse la cara por unos buenos minutos y después regresaría a su cuarto, se dejaría caer en la cama, tomaría una almohada y la pondría sobre su rostro, buscando ahogarse quizá y terminar con todos los problemas que estaba comenzando a tener, pero no, él no era dramático, lo que sucedía es que no sabía como actuar ante tantas atenciones tan atrevidas de golpe, también estaba seguro que nadie iba a saber como actuar cuando el capitán de tu equipo se te insinuaba de forma tan directa. Por eso ya tenía todo planeado, ya sabía todo lo que iba a hacer e incluso ya sabía como iba a alejarse de los chicos que posiblemente aun lo esperaban en el campo. Si, tenía todo su plan, pero ese plan se fue abajo cuando apenas llegó al campo, lo único que pudo seguir al pie de la letra fue el de dejar a Hermione y a Ron atrás, porque apenas verlo tuvo la necesidad de ir con él, olvidándose momentáneamente de todo lo que acababa de pasar.

- ¡Remus! – saludó emocionado, le tenía demasiado aprecio al hombre que ahora se encontraba frente a él, siempre lo había considerado la voz de la razón de su padrino y el hecho de que el hombre se llevara de maravilla con su madre era solo otro punto a su favor, también tenía mucho que ver el hecho de que siempre lo apoyaba en los malos momentos y le brindaba consejos que para él resultaban bastante efectivos, era por esa razón que sin importarle mucho lo que llegaran a decir de él siempre saludaba a Remus de la misma forma, con un abrazo que podía tomarse como si no se hubiesen visto en años cuando en realidad solo había sido dos días atrás.

-Cachorro, ¿Cómo estás? – preguntó mientras contestaba al abrazo, saludando con una de sus manos a los otros que se acercaban a paso más lento. – Chicos, un gusto verlos de nuevo.

-Remus – saludaron al unísono, esperando de manera paciente a que Harry se separa para poder saludarlo mejor.

Cuando por fin ese ritual terminó, la expresión de Remus cambio de inmediato a una más seria. – Cachorro, Lily me pidió que te esperara fuera de la escuela, surgió una situación y tuvo que salir con James para poder resolverla, aunque ella me aseguró que no se trataba de nada grave – comentó viendo de inmediato como la expresión de Harry cambiaba a una preocupada, - pensaron que lo mejor era que en vez de que los esperaras en casa fueses a la de nosotros, estoy seguro que Sirius va a querer interrogarte como siempre y así él también tendrá más tiempo para ello.

-Pero... ¿ellos en realidad están bien?

-Lo están, es sólo que necesitaban de su presencia, no tengo muchos detalles, James dijo que nos contaría después de que regresaran.

La caza de HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora