Capítulo VI

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Capítulo VI

O de la peor semana según Harry

O de cómo sus acosadores tuvieron una oportunidad

- ¡No, no y no! - se escuchó el grito en la parte de arriba de la casa, justamente en la habitación de Harry, - ¡No!, ¡No Harry James Potter Evans! - y sí, el grito provenía de Sirius Black, quien había sido retenido sólo por unos minutos en la sala por su esposo, los minutos justos para no matar a Harry en un impulso de celos que el mismo había ocasionado, - ¡Esto había quedado claro a tus seis años!

-Con seis años no podía hacer mucho, ahora tengo quince y ya sabes, a Remus puede gustarle alguien menor. - comentó con una sonrisa demasiado burlona para gusto del otro, aunque tuvo que agacharse lo más rápido posible, agradeciendo en esos momentos a sus reflejos por los entrenamientos, para evitar el golpe que iba dirigido a su cabeza por parte de su padrino.

-Escúchame bien Harry Potter- dijo señalándole con uno de sus dedos, molesto aún más por haber fallado ese golpe que no iba realmente con la intención de hacer daño, -O dejas de coquetearle a mi esposo o yo me meteré con tu novio.

- ¡Sirius! - el gritó llegó ahora desde la parte de abajo, exactamente de la cocina, - ¡deja de maldecir a un chico de quince años y ven a preparar la comida!

Maldijo entre dientes al escucharle, pero no aparto su mirada del chico, -estás advertido Harry.

- ¡Sirius!, ¡ABAJO, AHORA!

- ¡Ya voy! - gritó de vuelta viendo una vez más al pelinegro, -eres mi ahijado Harry, pero no voy a perder contra nadie cuando se trata de Remus.

-Del tío Moony, claro, bueno, sólo somos sobrino y tío pasando un buen rato, Sirius- contestó con una sonrisa demasiado notoria notando que el otro volvía a fruncir el ceño.

- ¡SIRIUS BLACK!

- ¡Ya voy! - gritó de vuelta sintiéndose de momento derrotado, lanzando una última mirada a su ahijado, sentía que la guerra había iniciado.

Fuera de esa escena el fin de semana, tal como todos los mayores a su parecer, había funcionado, se encontraba más relajado y bastante tranquilo, también el hecho de que Sirius había estado medio enfurruñado y marcando demasiado territorio con Remus le había dado el toque de risas exactas para calmarse por completo. Los mensajes que llegaron de parte de Ron y Hermione funcionaron para levantarle el ánimo, aunque esta última se había centrado más en regañarlo por haberse comportado "como un salvaje", sus palabras y al parecer también las de su madre, pero nada más que remarcar, por eso cuando llegó a casa paso por completo de Dudley, dándose un baño y contándoles a sus padres como se la había pasado, sin mencionar claro por qué Sirius estaba tan enfadado y celoso por Remus, ellos no necesitaban conocer ese detalle.

Claro que la ansiedad regresó en el momento en que se despertó el día lunes, tenía que ir a clases de nuevo y tenía que, uno; hablar con la Entrenadora Hooch por su actuación en el partido, porque era más que seguro que la mujer iba a hablar con él al respecto y si tenía suerte, que esperaba que si después de salir bien librado con sus padres, no lo sacaría del equipo, quizá solo lo suspendiera por algunos partidos o lo haría entrenar más, pero esperaba no fuera tan malo y dos; iba a tener que enfrentarse con Cedric, después de que lo había dejado plantado, ni siquiera sabía si la expresión estaba bien utilizada, en una cita en la cual ambos habían estado de acuerdo, o al menos eso parecía. Por lo que apenas levantarse tomo todo el aire que pudo de los pulmones, esperando que por una sola vez en su vida su suerte si estuviese de su lado o que alguien no le haya echado una maldición o que Dudley no empeorara las cosas. Pero al pensar en su primo llegó otro problema, tener que lidiar con Draco Malfoy y al parecer la fascinación que había encontrado ahora de cuidarlo, ni siquiera sabía porque estaba tan empeñado en hacerlo, pero esperaba no significara demasiado problema, de cualquier forma sabía que iba a poder contra él, es decir, un nadador no tenía tanta fuerza como un jugador de americano ¿no?, si, era eso, estaba salvado con eso, pero también mandó la idea lejos, no quería lidiar con eso cuando apenas llevaba unos pocos minutos despiertos.

La caza de HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora